Meses después de un accidente de coche que la llevó a las puertas de la muerte, María está intentando volver a la normalidad, pero todo le recuerda a él: su novio David, que sí que perdió la vida aquel fatídico día. No sabe cómo recuperar los latidos del corazón, la sonrisa o, simplemente, la paz del alma. No sabe cómo volver a vivir.

Así, decide irse a pasar una temporada al pueblo de su abuela, donde veraneaba de pequeña y era feliz con tan solo contar nubes. Allí se reencontrará con sus amistades de la infancia, que serán de gran ayuda para ella, pero también con gente nueva que le despertará sentimientos que creía no poder volver a tener.

Contando nubes es un canto a la vida, un intento de darse permiso para vivir después de la muerte de un ser querido. Está escrito en primera persona desde el punto de vista de la protagonista, de manera que podemos acceder a la perfección a sus sentimientos. Cabe destacar lo bien que están descritos, sobre todo la incapacidad que siente para relacionarse después del accidente y lo mucho que piensa en él, en cómo siente que vuelve a morir en cada segundo.

Esta novela tiene la clave para engancharte hasta la última página y quedarte con ganas de más. Y es que si añadimos esta mezcla de sentimientos a un ritmo trepidante y unos personajes que te roban el corazón, tenemos la suma perfecta. Lo único negativo que quizás comentaría es lo forzado que se ve el triángulo amoroso.

Con más de cuarenta obras publicadas y más de veinte años escribiendo a las espaldas, Núria Pradas es una escritora enormemente versátil: ha escrito desde literatura infantil hasta adulta pasando por la juvenil en todos sus géneros. Para amenizar la espera hasta su próximo libro, ¿te animas a contar nubes?