Hannah tiene dieciséis años y, como muchos de los integrantes de su comunidad amish, jamás ha salido de Gerodom County. Tampoco sabe lo que es un iPod, cómo funciona internet, o ninguna canción ni historia más allá de las que las que han pasado de generación en generación o de las que aparecen en la Biblia. A pesar de todo, Hannah es feliz con su sencilla vida, con no utilizar electricidad, con asistir a misa e imaginar un futuro sin cambios rodeada de su devota familia y vecinos. Hasta que conoce a Daniel. Entonces su mundo entero se vuelve del revés.

Porque Daniel representa todo lo que ella nunca tendrá. Él, que acaba de llegar de Seattle para realizar un reportaje fotográfico sobre el modo de vida de los amish, le descubre con sus palabras un mundo y un tiempo que para ella son inalcanzables y que su gente teme como al mismísimo demonio. Pero más allá de las historias y de los secretos que encierra el presente, Hannah encuentra en Daniel alguien que la comprende y le hace sentir cosas hasta entonces desconocidas; alguien por quien lo daría todo, por quien se atrevería a romper las cadenas y las únicas creencias que conoce para empezar de cero. Sin temor a las consecuencias.

El corazón de Hannah es la segunda novela de Rocío Carmona, y un gran cambio respecto a su novela anterior. En esta historia sobre el amor y el autodescubrimiento, sobre la difícil tarea de crecer y cometer errores, Carmona despliega todo su ingenio para que uno no pueda dejar de leer en ningún momento. Parte del motivo de que así suceda la tienen sus personajes, tanto principales como secundarios. Y es que, aunque estos últimos a veces quedan un poco desdibujados, la fuerza de Hannah y Daniel, con todas sus dudas, ambiciones, miedos y sueños, despiertan el interés de los lectores página tras página.

El estilo y la ambientación merecen mención aparte. Aderezada con referencias a distintos clásicos de la literatura y a diversos temas musicales, la manera de escribir de Carmona es clara, sencilla y cuidada. Narrada en tercera persona, con algunos capítulos siguiendo a Hannah y otros a Daniel, la historia nos presenta una comunidad amish que se despliega ante nuestros ojos con un realismo apabullante, al igual que lo hace la ciudad de Nueva York, páginas después.

Una novela, en resumen, que habla de un primer amor arrollador, valiente y distinto que, como reza la frase promocional, no conoce distancias.