El ritmo es trepidante y se mantiene durante toda la novela, ya que la información se administra poco a poco, lo justo para que el lector no quiera dejar el libro hasta llegar a la última página. Los capítulos son breves y el estilo del autor es sencillo, directo.
Uno de los puntos más interesantes son los personajes adolescentes. Cuando Julia desaparece, el pequeño mundo de este grupo de amigos salta por los aires. Hasta ahora sus preocupaciones eran el amor no correspondido, los estudios, la relación con los padres…, pero tienen que relegar todo eso a un segundo plano para centrarse en Julia.
Esta novela profundiza en un tema que por desgracia es dolorosamente familiar para todos. La violencia contra las mujeres suele ser una noticia que se repite a menudo en los periódicos y telediarios, y sin embargo sigue siendo un tema tabú. La desaparición de Julia es una historia difícil, incómoda, pero arroja una luz esperanzadora.