Si te incorporas al Liceo de Blyd directamente en segundo, es probable que te falte la base necesaria para evitar recibir una paliza en clase de Lucha. En otras palabras: esta reseña contiene spoilers de Heredero. Lee bajo tu propia responsabilidad.

El ataque a la biblioteca en el que casi murieron en primero parecía presagiar que el próximo año en el Liceo iba a ser de todo menos tranquilo. Ahora que ha comenzado, Kózel y Lórim ven que no se equivocaban: el miedo a que descubran sus verdaderas identidades no hace más que crecer, sobre todo conforme se acerca el juicio de Nymar Lexett.

La inseguridad no tarda en extenderse. En parte debido al ataque, hay rumores sobre una posible vuelta de los Caballeros del Águila… y también sobre Dominio. El incendio que acabó con la familia real pudo ser un engaño. Uno de sus miembros sobrevivió y hará cuanto sea necesario por recuperar el trono.

Los rumores dejan de parecerlo en el momento en que el Gobierno no se pronuncia al respecto. La ciudadanía, sin embargo, sí que lo hace: establecimientos regentados por Fuego amanecen vandalizados, profesores del Liceo evitan vincular dicha Familia… Las tensiones crecen a lo largo y ancho del país. Tensiones entre unos y otros; entre ellos y nosotros. ¿Está fraguándose una segunda Revolución?

La ambientación sigue quitando el hipo: se nota que Costa Alcalá llevan muchos años trabajando el mundo de Nylert y cada uno de sus pequeños detalles (festividades, platos típicos, tradiciones…). Te sumergirás en las calles de Blyd casi sin tener que imaginarlas, pues la prosa hará todo el trabajo por ti.

Los personajes son otro punto fuerte. El enorme elenco de secundarios deja ver, de nuevo, las horas que hay detrás de la historia; están tan bien definidos que sientes que los conoces. Digno de mención (y aplausos) es que el foco de todas las relaciones entre personajes esté en la de Kózel y Lórim, una relación de amistad.

Para cualquier saga ambientada en un universo tan complejo como el de La Segunda Revolución, que la segunda parte estuviera a la altura de la primera ya sería un logro. Si el Templi que le dimos a Heredero no logró convencerte, nos gustaría que esta reseña lo hiciese: Ellos y nosotros incluso supera a su predecesora. Solo nos queda esperar que Costa Alcalá sigan contribuyendo a la fantasía nacional durante muchos, muchos años más.