Cuidado, corriente. La siguiente reseña solo es apta para revelados de la bilogía Nigromantes, porque contiene spoilers de Los dones de la muerte, su primera parte.

Inmortalidad, resurrección y reencarnación. Las tres Victorias a la Muerte. Judith ya ha conquistado dos y está cerca de conseguir la última, para recibir así el poder de las sombras, que se le negó por nacer mujer. Tal anomalía supondría una perturbación drástica en el mundo mágico. Sin embargo, la Hermandad de los nigromantes y la Guardia han ignorado a Judith por ser una corriente sin magia. La consideran inofensiva.

Pero Marcos Vega sabe cuán lejos puede llegar la ambición de su hermana. Los sueños sobre el pasado de su novio Elías les servirán como guía hacia la última Victoria, el artefacto que concede el don de la reencarnación. Junto a Sofía, su amiga humana con poderes proféticos, y el hada Beathan, lucharán por conseguirla antes que Judith. ¿Será demasiado tarde para salvar a la humanidad?

Madrid, Londres y París sirven como escenarios en esta persecución contrarreloj. Como es propio de la fantasía urbana, la ambientación juega un papel decisivo en el desarrollo de la historia. Raquel Brune, además, construye —con mucho ingenio— el universo mágico sobre una base histórica de personajes, acontecimientos y leyendas reales, lo que le aporta una gran riqueza y permite tratar temas candentes en el panorama actual, como el feminismo y la apropiación cultural.

La conclusión de la bilogía Nigromantes supone el libro más oscuro de la autora hasta la fecha. Desde el título nos advierte del devenir de su sistema mágico: incluso la magia se debilita si no se cuida. Para que no se extinga, los personajes deberán replantearse sus creencias, dudar, caer y volver a levantarse. Soplan aires de cambio, y quien no se adapte se volverá vulnerable.

Solo los grandes libros de fantasía evocan tanta humanidad. Las heridas de la magia es un cierre apoteósico para esta saga que expande el mundo presentado en la trilogía de Brujas y nigromantes, aunque esperamos que sea un punto y seguido.