¿Que te apetece leer?
Cuéntanos qué quieres leer y el Recomendador te dirá qué libros encajan con tus preferencias.

No lo abras jamás
Ken Niimura

Astiberri
La Comicteca de El Templo El Templo#80 (febrero 2021)
Por Pablo G. Freire
1.338 lecturas

No hay fuerza más poderosa que la atracción de lo prohibido. Que se lo digan a Taro, un joven pescador que, a lomos de una tortuga, encuentra bajo el mar un palacio donde la fiesta nunca termina.

«Es un cofre muy especial: con él podrás volver aquí cuando quieras. Pero escúchame bien: pase lo que pase, no lo abras jamás».

O a Ikkyu y Jiro, dos aprendices cuyo maestro les oculta el contenido de una tentadora vasija.

«Puede matar a cualquiera con solo aspirar el aire que emana de ella. Escuchadme bien: pase lo que pase, no os acerquéis a la vasija».

O a Yohio, un humilde leñador que recibe la visita de una misteriosa y reservada viajera.

«¡Ya sé! Déjeme usarlo para hacer una tela. Pero necesito que me prometa una cosa: pase lo que pase, no abra mientras esté tejiendo». Ninguno de ellos podrá resistir por mucho tiempo la dulce llamada de lo desconocido y, como era de esperar, su osadía tendrá consecuencias.

El deseo, lo prohibido, incluso la simple y llana curiosidad, son temas habituales en las fabulaciones de muchas culturas. El historietista Ken Niimura los aborda a través de las leyendas tradicionales japonesas, y adapta al cómic tres de ellas —Urashima Taro, Ikkyu-san y La gratitud de la grulla— aportando un nuevo enfoque y una conclusión distinta a la de la historia original (si es que alguna de sus incontables versiones se puede considerar original).

De su interpretación de los relatos nipones no podemos hablar, pero sí podemos contarte que, a través de un dibujo limpio y legible, en un blanco y negro que tiñe de rojo sangre los detalles con mayor carga simbólica, consigue crear imágenes de una fuerza asombrosa que viran de lo tierno a lo trágico con una vuelta de hoja. Si bien el punto de partida de los tres relatos es muy similar, Niimura consigue, a través de la estructura y el simple pero eficaz uso del color, dar respuestas muy diferentes a la incógnita de lo prohibido.

Aunque el título sobre la cubierta pueda resultar disuasorio, ríndete a la tentación y no hagas caso cuando te digan que no lo abras jamás.