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Nuestro último verano
Sebastián García Mouret

Alfaguara
Reseñas de novedades El Templo#77 (agosto 2020)
Por Marta Álvarez
2.484 lecturas

Marcos ha conseguido su objetivo, un 13,17 en selectividad, la nota que le abrirá las puertas de la Facultad de Medicina de Barcelona. Por desgracia, necesita algo más para alcanzar su futuro soñado: dinero. Como último intento de ahorrar lo suficiente, Marcos viaja a Asturias para trabajar en el camping de su tío. Lo acompañan sus amigos Diego, Alberto y Jake, dispuestos a disfrutar del que podría ser su último verano juntos. Pero el tío Curro no piensa acogerlos por el morro: si quieren quedarse allí, tendrá que ser vistiendo los polos rosas del personal de limpieza del Camping de Loli.

Susana tampoco ha empezado el verano como ella esperaba. Primero, suspende la prueba de acceso de la facultad de Bellas Artes de Madrid, que era su único plan de futuro. Y encima sus padres han decidido pasar el verano en un camping. ¡El verano entero! Por suerte, Hannah, la única amiga de Susana, está más que dispuesta a viajar desde Brístol a Asturias para amenizarle las vacaciones. Y menos mal que lo hace, porque, aunque Susana no lo sepa, va a necesitar a una amiga con la que hablar de todas las sorpresas que la aguardan en el Camping de Loli… empezando por el primer amor.

Nuestro último verano habla de amistad y crushes de verano, pero también aborda las inseguridades sobre las relaciones, el sexo o el futuro típicas de la adolescencia. El tono fresco de Sebastián García Mouret refleja a la perfección lo que es un verano adolescente, lleno de cotilleos, riñas y malentendidos que mantendrán atrapado al lector. Cada personaje aborda de manera distinta la sexualidad, la familia o la universidad, y la novela las retrata todas sin aleccionar ni poner una por encima de las demás.
Asturias es un personaje más en esta historia; presente de manera sutil pero efectiva a través de las descripciones del paisaje y el clima, o de las palabras del tío Curro, que habla siempre en amestáu, una variante del asturiano.

Entre la ambientación y la naturalidad que inunda toda la historia, resulta fácil olvidar que estás leyendo y no tomando el sol en la piscina del Camping de Loli, espiando con disimulo los líos que se traen las chicas del bungaló 6 y los cuatro chavales de la limpieza.