La Tierra ha sido arrasada. Una se­rie de Detonaciones destruyeron el mun­do tal y como la joven Pressia y los de­más lo conocían. Una gran nube de polvo y ceniza aún cubre el cielo; plantas y animales han mutado en aberraciones de la propia naturaleza. Todo es horrible y desesperanzador, hasta el punto de que algo simple y bonito, como un juguete de alambre, se ha convertido en una pode­rosa moneda de cambio.

Muy pocos sobrevivieron, y los que tuvieron la suerte o la desgracia de hacerlo tienen secuelas de por vida para recordarlo: malformaciones, cica­trices, fusiones...

Sólo unos pocos elegidos se salva­ron de la radiactividad: los habitantes de la Cúpula, unos cuantos afortunados que formaban parte de un plan de prueba para evacuaciones civiles. No sufrieron daños, lo observaron todo desde la leja­nía y han seguido con sus vidas como en el Antes. Los llaman Puros y Perdiz es uno de ellos.

Pressia y Perdiz ignoran la existen­cia el uno del otro, pero la vida de ambos se entrecruza cuando Perdiz lo arriesga todo para escapar a ese mundo asolado con la esperanza de encontrar a su madre perdida. Allí, descubre que todo es aún peor de lo que esperaba…

Puro nos ofrece una historia muy original que destaca por la espectacular y cuidada recreación de ese mundo posapo­calíptico. Julianna Baggott es muy eficaz a la hora de provocar la imaginación del lector con pocas palabras, aunque es ver­dad que en algún momento se pueden en­contrar algunas descripciones que rozan lo morboso. La narración es ágil, engan­cha y te atrapa por completo. Toda la his­toria está repleta de acción, pero a la vez ahonda en el interior de sus protagonis­tas. Cómo sienten y cómo viven toda esa catástrofe es una baza que la autora ex­plota con credibilidad, consiguiendo unos personajes redondos y muy realistas.

Esta es una historia de superación a gran escala, con un mensaje inquietante que ofrece muchos puntos sobre los que reflexionar. En Puro te encontrarás de nuevo en medio de una distopía cruel y violenta donde todos los protagonistas es­tán obligados a luchar para sobrevivir. Tú decides si quieres saltar al interior de sus páginas y descubrir hasta dónde pueden llegar los límites de los seres humanos. En El Templo, ya lo hemos hecho.