¡Cuidado! Esta reseña contiene spoilers de los libros anteriores: El príncipe cruel y El rey malvado.

Cuando Cardan le ofreció casarse con él y convertirse en reina suprema, Jude Duarte no pudo resistirse. Era lo que siempre había deseado: tener poder, dejar de sentir miedo, provocarlo en los demás. Lo que no esperaba (y se odia cada día por ello) era acabar tirada en el sofá, vestida con un chándal viejo y alimentándose de comida basura mientras ve dibujos animados en la televisión.

Desde que Cardan la condenó al exilio, Jude ha vuelto a su vida en el mundo mortal, pero ya nada es lo mismo. Mientras en Faerieland se cuece una guerra, ella se dedica a entrenar a su hermano Oak y hacer encargos para los feéricos de la zona. Sin embargo, cuando su hermana gemela Taryn la visita pidiendo ayuda, Jude encuentra su oportunidad de volver a Elfhame y vengarse por la traición que ha sufrido.

En este último libro de la trilogía Los habitantes del aire, Jude deberá ser más astuta que nunca y mostrar su valía ante todos aquellos que todavía la subestiman por ser una simple mortal; además, por supuesto, de aclarar todas las cuentas pendientes entre ella y el perverso rey supremo...

La reina de nada nos transporta de nuevo a Faerie, el mundo de las hadas escondido en los rincones oscuros del mundo mortal, cuyas tierras llenas de peligros, medias verdades y amenazas nos cautivan tanto como la primera vez. Jude vuelve a narrar en primera persona, lo que nos permite colarnos bajo su gruesa coraza, donde se esconden esos sentimientos envueltos en odio hacia Cardan que tanto miedo le da admitir y se libra la batalla interna de siempre: ¿qué está dispuesta a sacrificar para satisfacer su ambición?

Mientras que los libros anteriores seguían una estructura casi idéntica, esta vez no hay una primera parte introductoria que evoluciona hasta llegar a un final sorprendente, sino que desde el principio nos vemos atrapados en la sucesión de engaños, deducciones y giros inesperados que tan bien se le da a Holly Black.

Con unos personajes que todavía tienen mucho que dar de sí y antiguas maldiciones acechando Elfhame, La reina de nada es una novela muy adictiva que cierra esta singular trilogía dejando un buen sabor de boca a los lectores, y recordándonos que aún quedan muchas historias por contar.