¿Que te apetece leer?
Cuéntanos qué quieres leer y el Recomendador te dirá qué libros encajan con tus preferencias.

Sueños sin brújula
Ester Isel

Plataforma Neo
Reseñas de novedades El Templo#78 (octubre 2020)
Por Gemma Cáceres
1.262 lecturas

La vida de Sophie Dylan está marcada por las cifras. Desde que publicó aquel poema en el que abría su corazón y un error informático lo hizo viral, todo lo que hace, dice o piensa está determinado por la subida y bajada de sus seguidores.

De cara al mundo, la imagen que Sophie proyecta es la de una chica que lo tiene todo: una casa en uno de los mejores barrios de Los Ángeles, un equipo a su disposición las veinticuatro horas del día y el apoyo de las marcas más prestigiosas de la industria de la moda. Todo ello sin contar con el amor incondicional de los cuatro millones de suscriptores en su canal de YouTube.

Pero cuando la cámara deja de grabar, la realidad es muy distinta. No poder salir de casa sin ser perseguida por los cientos de fans y fotógrafos que analizan todos sus movimientos, los miles de críticas del público y la presión para cumplir los estándares de belleza harán que el sueño de Sophie se convierta en la peor de las pesadillas.

Sueños sin brújula es la novela ganadora de la octava edición del Premio Literario “la Caixa” / Plataforma. Con una prosa que roza lo poético, Ester Isel nos sumerge en el mundo de la fama para hablarnos de su lado más oscuro. La ambición de los personajes será el hilo conductor de la trama, pero también se da visibilidad a temas como las enfermedades mentales, los trastornos alimenticios, las adicciones o el acoso en las redes sociales.

La obra, aunque predecible en algunos momentos, está dotada de un ritmo cambiante que nos hace empatizar mucho más con la voz de la protagonista, puesto que son sus pensamientos, emociones y poemas los que dictan el transcurso de la historia. En definitiva, Sueños sin brújula es una novela perfecta para pasar tanto buenos como malos momentos y nos hará meditar y darnos cuenta de que la pantalla nunca es un espejo de la realidad.