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Entrevista a...

Jorge Gómez Soto

El Templo #23 (agosto 2011)
Por Nerea Marco
12.929 lecturas
Con seis novelas juveniles publicadas y un blog de literatura juvenil que es referencia en la blogosfera, en este número de El Templo de las Mil Puertas te traemos una entrevista con el escritor Jorge Gómez Soto, autor de libros como La chica del andén de enfrente o Yo conocí a Muelle. Si quieres conocer algo más sobre este autor madrileño, sigue leyendo.

En tu último libro, Yo conocí a Muelle, el tema escogido, el mundo del grafitti, no es nada común en la literatura juvenil. ¿Cómo se te ocurrió acercarte a ese ambiente poco conocido?

Es una cuestión de espacio-tiempo. El espacio fue Aluche y Campamento (barrios del suroeste de Madrid); el tiempo, los años ochenta. Ahí me encontraba yo, adolescente, asistiendo al nacimiento del grafiti en Madrid. A la cabeza de ese fenómeno, no como líder sino como pionero, estaba Muelle, un personaje irrepetible. Su mito se agrandó con su prematura muerte, a los 29 años. Yo sabía desde hacía tiempo que de todo ese caldo de cultivo: época, personaje... acabaría sacando algo literario, por lo novedoso y por la impresión que causó en mí. He tardado tiempo en dar con la llave que me abriese definitivamente la historia: fueron los cuentacuentos, otro de los temas principales de la novela.

Un personaje escondido de la mayoría de tus libros es Madrid, por la que pasean muchos de tus personajes. ¿Has pensado en localizar alguno de tus libros en alguna otra ciudad, o en algún lugar inventado?

Hasta ahora, todos mis libros menos La última noche de La Luna están situados en Madrid. Y si me apuras, en el sur de Madrid. Es una cuestión de comodidad: por mi casa puedo ir a oscuras sin darme muchos golpes, preocupándome más de a qué voy que de por dónde voy. La coincidencia de algunos escenarios de mi vida con los de mis libros ha llegado hasta el punto de que una de las escenas finales de Yo conocí a Muelle (en el parque, por la noche), sucede casi debajo de mi casa, la podría haber presenciado desde la ventana. Soy urbanita, Madrid es mi ciudad, y me encanta ubicar mis historias en ella. Sin embargo, no la considero fundamental para la mayoría de mis libros. Más que Madrid, el personaje escondido es la ciudad en general. El Madrid de mis libros, salvo excepciones, sería fácilmente intercambiable por otra gran capital. En un futuro , ¿quién sabe dónde localizaré mis novelas? Serán ellas las que me lo indiquen.

En Se vende, los protagonistas de la novela entran a bares y piden cubatas sin ningún tipo de censura. En Colgado del aire tratas el tema de la drogadicción. ¿Has tenido algún problema o te han «sugerido» editar algún pasaje problemático de alguno de tus libros para adecuarlos a las edades de los lectores?

No, no he tenido ningún problema por los temas tratados en mis libros. De hecho, en Se vende también hay sexo, aunque narrado de una forma un tanto especial, y bares de copas aparecen prácticamente en todos. La única sugerencia que recuerdo en ese sentido, y que acepté sin problemas porque no suponía ningún cambio sustancial para el libro, fue la de aumentar de 16 a 17 la edad de los gemelos de La chica del andén de enfrente.

 

En La chica del andén de enfrente los personajes son divertidos, carismáticos, simpáticos y desenfadados. Además, uno de los puntos fuertes de tu literatura es precisamente mostrarnos a los personajes a través de sus acciones. ¿Es difícil escribir diálogos realistas o situaciones creíbles para conseguir caracterizar a los personajes?

Caracterizar a un personaje, que acabe teniendo una entidad propia y se haga reconocible y predecible (en el buen sentido) para el lector no es fácil. Para eso, los escritores nos tenemos que valer de todos los recursos que nos ofrece el libro. Es preferible demostrar con hechos la forma de ser de un personaje que simplemente enunciarlo. Por mucho que repitas que un personaje es muy simpático, muy raro, muy intenso o muy disperso, si durante la acción no lo demuestra o lo contradice con sus actos, se quedará en un mero apunte que el lector no se creerá.

La última noche de La Luna es un libro del tipo «elige tu aventura», publicado en la colección Laberintro de SM. ¿Es difícil planear este tipo de libros, con historias que van creciendo con varias opciones y diferentes finales?

Es parecido a los de Elige tu propia aventura, pero no igual. Lo que me propuso SM fue una historia principal (un tronco) y a lo largo de esa historia pequeños caminos muertos (ramas cortas) o finales que te obligasen a volver a la historia principal. En cualquier caso, no es fácil, o al menos a mí no me lo resultó, entre otras cosas por mi falta de planificación inicial. Aunque parezca mentira, por el tipo de libro que es, iba un poco sobre la marcha, con lo que tenía en la cabeza, como suelo hacer siempre.

Al contrario que la mayoría de los libros de literatura juvenil que ocupan las mesas de novedades estos últimos meses, tus novelas narran historias realistas, con personajes cercanos, localizaciones reales, etcétera. ¿Qué es lo que más te atrae de esta literatura realista o social para escribir sobre ella?

La verdad es que lo desconozco. A la hora de leer, disfruto de todos los géneros, pero cuando me he puesto a escribir, hasta ahora me han salido más o menos realistas. Será que lo que me pide el cuerpo contar tiene que ver con historias cercanas y personajes de andar por casa. No lo sé. Yo respeto los gustos de todos. Hay sitio para todos, aunque no sea en las mesas de novedades.

Es inevitable preguntarte por la posible influencia que tu padre haya podido ejercer sobre tu escritura o tu vocación. Para los lectores que no lo sepan, Alfredo Gómez Cerdá es el padre de Jorge Gómez Soto. ¿Te dio algún consejo cuando empezaste a escribir, te ha ayudado con los contactos o por el contrario, te ha resultado difícil eso de ser «el hijo de...»?

Para mí es evidente que escribo porque mi padre escribe y que su influencia, consciente o no, en mis libros es mayor que la de cualquier otro escritor. De ninguno me he leído tantos libros como de él, y de ninguno he estado tan cerca como de él. Por no hablar del componente genético, que no sé hasta qué punto afectará. Me pasa algo curioso con mi padre. Rasgo a rasgo, no nos parecemos en nada, y sin embargo todo el mundo dice que es innegable que somos padre e hijo. Con los libros me pasa algo similar. Yo no los veo parecidos a los suyos y sin embargo mucha gente ha reconocido a mi padre en algunos. El principal consejo que me ha dado es «vive, lee, escribe», por este orden. Luego sí me ha dado consejos concretos, sobre todo cuando leía mis escritos. Ahora ya casi no me los da. Me verá algo más curtido. En cuanto a contactos que me haya conseguido, ninguno, cero. No existe un editor que pueda decir que mi padre le ha intentado meter por los ojos un libro mío. Pero es que yo tampoco he querido, por eso me he presentado a tantos concursos de forma anónima, para estar seguro de que lo que valoraban era el libro.

 

Quizás es una pregunta tópica, pero nos gustaría saber qué opinas de la literatura juvenil actual. ¿Influyen las modas literarias demasiado en la mesa de novedades? ¿Acabarán los e-readers o los libros transmedia cambiando nuestra manera de leer o disfrutar de una novela?

Es una pregunta muy difícil de contestar y yo soy un pésimo analista. Está claro que predomina la literatura fantástica, con sus muchos subgéneros y tendencias. De todas formas, lo fantástico lleva ya tantos años de moda que quizá hay que pensar que no es una moda, sino que llegó para quedarse. Como siempre, el tiempo lo dirá. Internet, y el resto de avances tecnológicos, está revolucionando la sociedad, la forma de aprender, de comunicar y de estructurar el pensamiento. Ese cambio (todavía no sé de qué manera, pero no dejaré de intentar descubrirla), terminará modificando nuestra forma de leer, el modo en que una historia entre en nuestra mente. Va a ser una época apasionante.

Sería un delito no hablar de tu estupendo blog de literatura infantil y juvenil, uno de los más interesantes, rigurosos y relevantes de la blogosfera española. ¿Por qué te animaste a abrir un blog? ¿Qué te aporta como escritor?

No me acuerdo muy bien de en qué estaba pensando cuando abrí el blog, pero enseguida me di cuenta de que le iba a servir a mucha gente, sobre todo a los que empiezan en el tema de la literatura infantil y juvenil. Te permite conocer el mundillo, enterarte de lanzamientos, premios, eventos... y de intrahistorias que no siempre se suelen contar. Ahora hay gente a la que mi blog le ha servido para conocer premios que han ganado, para conocer editoriales que se han vuelto imprescindibles para ellos, para establecer vínculos profesionales... Cada vez que alguien me comenta cosas de esas, pienso que no debo dejar el blog (pensamiento que he tenido más de una y dos veces), y que el tiempo está bien invertido. Sobre lo que me aporta como escritor, el blog es un medio para que más gente conozca mis libros, pues de vez en cuando intercalo información sobre ellos.

Hace unos años hiciste un comentario en el foro de Laura Gallego que pasó a la historia del foro. Como no sabemos si lo recuerdas, te vamos a hacer la misma pregunta que te hicieron entonces: ¿Qué haces con los libros que no te han gustado?

Antes de nada, mi reconocimiento desde aquí al foro de Laura como una de las mejores iniciativas de fomento de lectura. Y después, como hoy no estoy tan ingenioso como para que mi respuesta pase a la historia de El Templo de las Mil Puertas, seré sincero: intentar averiguar por qué no me ha gustado.

[Nota del equipo de El Templo: La respuesta que dio en su día en el foro de Laura fue «Lo agito muy fuerte para ver si se mezclan las palabras y dan otro libro mejor»]