El pasado 19 de febrero se anunció el fallo de la octava edición del Premio Jordi Sierra i Fabra para Jóvenes. La ganadora: una joven asturiana de dieciséis años, Andrea Abello Collados, con la obra de ciencia ficción Fundido a blanco.
La decisión no ha sido fácil para el jurado, pues este año se han presentado ciento once libros, batiendo el récord de obras recibidas desde la creación del galardón en 2006. De estos solo once han sido finalistas (cinco de ellos compartiendo el séptimo puesto), doce se han hecho con un puesto en la lista de honor oro y otros catorce en la lista de honor plata. El jurado ha destacado el aumento de nivel respecto a ediciónes anteriores.
Decidir el ganador ha sido una ardua tarea, según han señalado los responsables, pues la primera novela finalista, Déjalo estar de Julio Mármol, repleta de carisma y emoción, tiene personajes de los que dejan huella, y demuestra un gran dominio de la biografía de John Lennon. La segunda novela finalista, 2168 de Andrea Alfaro, tampoco lo puso fácil ya que «contiene un notable marco escénico, con buenas descripciones de personajes y notoria documentación, un desarrollo muy bueno y un canto a la esperanza como final.»
Fundido a blanco, la ganadora, llamó la atención del jurado por ser «una obra de ciencia ficción con un leve acento distópico que parte de una idea muy original. La trama es excelente, con buen ritmo, bien escrita y llena de intriga, con una historia de amor de trasfondo que no cae en cursilerías ni sensiblerías vacías y acción intensa».
Andrea, que actualmente estudia en Holanda y que escribió Fundido a blanco con quince años, recogerá el premio, como es habitual, en la entrega de los Premios de Literatura Infantil y Juvenil de la Fundación SM, que tendrá lugar el próximo 9 de abril en Madrid. El galardón supone la publicación por parte de SM de la obra, así como una dotación de tres mil euros.
En este enlace puedes consultar tanto la lista de finalista como las menciones de honor.