Durante una convención de fans de Harry Potter, allá por el 2009, John Green conoció a una chica de quince años llamada Esther Earl que iba por el evento cargando con una bombona de oxígeno. Esther resultó ser una enferma de cáncer de tiroides que fascinó a Green por su vitalidad y su optimismo.

En 2012, dos años después de la muerte de Esther, John Green publicaba Bajo la misma estrella, una no- vela inspirada en esta valiente joven. En ella nos cuenta la historia de Hazel, una adolescente que sufre cáncer de tiroides y se ve obligada a usar oxígeno las veinticuatro horas del día. Hazel no está pasando por el momento más divertido de su vida, pero ¿quién la culpa? Se está muriendo, y nadie puede cambiar ese hecho. Lo que no esperaba Hazel era ir al aburrido grupo de apoyo y conocer a Augustus Waters, superviviente de un osteosarcoma, que dará un vuelco a la vida de esta adolescente.

El éxito de la novela, que a los templarios nos fascinó lo suficiente como para darle el Templi a Mejor Novela Extranjera Independiente el año pasado, ha ido en ascenso desde que se publicó. La devoción de miles de fans a lo largo y ancho del mundo ha hecho que su fama crezca como la espuma, y se cuentan por cientos las recomendaciones y reseñas que circulan por Internet. Este año, al fin, llegó lo único que le faltaba al fenómeno #TFIOS: la adaptación cinematográfica de la historia de Hazel y Gus.

En este «Del papel a la pantalla» no va a haber nada negativo que decir sobre la película. El guion ha sido adaptado para conservar la mayoría de los guiños cómicos de la novela (como el «corazón literal de Jesús» o el momento del lanzamiento de huevos), pero acortando algunas de las escenas más duras del final. El resultado ha sido que el romance no ha perdido ni un ápice de credibilidad, y la historia sigue siendo tan conmovedora como cuando la leímos por primera vez.

Por supuesto, la adaptación ha implicado la pérdida de algunas buenas citas del libro… aunque se han mantenido casi todas las que se nos quedaron grabadas en la memoria al leer. También echamos en falta un mayor protagonismo de algunos secundarios, como los padres de Gus o Isaac. Podemos decir, no obstante, que la esencia del libro se mantiene y la versión cinematográfica da la opción de poner rostro a una historia de amor y supervivencia que no ha  dejado  indiferente  a  ningún lector.

Las actuaciones de la pareja protagonista, Shailene Woodley y Ansel  Elgort (que, por cierto, acaban de hacer de hermanos en la adaptación de Divergente), son brillantes. Se comenta además que Shailene obligó a Ansel a leer no solo el guion, sino también el libro. Y, si hasta Hazel fue tan insistente, sería por algo.

Algo que sí aporta la película con respecto al libro es una increíble banda sonora que ha reunido a artistas de la talla de Ed Sheeran y Birdy. Un recopilatorio de canciones que sorprenden por encajar perfectamente con la historia y que, siendo sinceros, hará que al espectador se le escape más de una lagrimilla (¡si es que todavía le queda alguna tras ver la película!).

En El Templo nunca diremos que una película puede sustituir a un libro, pero la adaptación de Bajo la misma estrella trae consigo un guion muy fiel a la historia original y unas actuaciones espectaculares. El libro es un imprescindible y, la película, la mejor forma de saciar las ansias de volver a vivir la historia de Hazel y Augustus.