Tras la separación de sus padres, Valeria se muda a Madrid con su madre para empezar una nueva vida. Allí, la cabeza de familia montará un bar, el Constanza, mientras su hija asiste a su nuevo instituto.
Por una serie de motivos, Valeria se ve obligada a asistir a unas reuniones con el orientador. Va sin ganas, sin motivación. ¿De qué le pueden servir unas charlas y hablar de sus problemas con gente desconocida? Pero lo que parecía una tarea insoportable pronto se convierte en la burbuja perfecta para desconectar del mundo durante un tiempo. Y todo ello por las personas que conoce allí: el atractivo Raúl, la extrovertida Elísabet, la deportista Ester y los tímidos Bruno y Meri.
Los seis son las distintas puntas de una estrella que cuando se unen forman el Club de los Incomprendidos. Juntos son fuertes y son capaces de cualquier cosa. Sin embargo, cuando el amor y los celos hacen su aparición entre varios miembros del grupo, sus cimientos empezarán a tambalearse… ¿serán capaces de superarlo sin perder la amistad?
El día de Navidad llegaba a la gran pantalla El Club de los Incomprendidos, la versión cinematográfica de ¡Buenos días, princesa! La película toma el nombre de la trilogía escrita por Blue Jeans, pseudónimo del autor sevillano Francisco de Paula. A pesar del cambio, en la cinta hay un guiño muy especial al original que no te debes perder.
Durante ciento cinco minutos, vemos la evolución de sus personajes, cómo cada uno es la pieza del puzle que le faltaba a otro. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en el libro, la película se centra más en la historia de amor de Raúl y Valeria —con algún tercero en discordia—, y deja un poco de lado a los demás. Desarrollan sus historias, sí, pero no con la intensidad y el protagonismo que tienen en la novela.
El ritmo de la película no decae, está bien hilada —a pesar de tener tantos personajes— y te mantiene enganchado. Las interpretaciones de los jóvenes actores destacan y los sitios elegidos de Madrid, el enfoque que se les da y la fotografía son maravillosos.
Sin embargo, las diferencias con el libro son abismales: la historia escrita por Blue Jeans empieza cuando el Club se va a una fiesta y llevan dos años de amistad, y tan solo conocemos hechos que ocurren con anterioridad por algunos flashback; hay personajes que viven situaciones que no son exactamente las del libro y el final varía bastante: es más cerrado que el original, aunque más épico, y no termina de cerrar algunas subtramas.
A todo esto hay que añadir el acierto con la banda sonora elegida. A la canción de Saturday I’m in love del grupo español Auryn le siguen otras como Burn de Ellie Goulding o Human de Christina Perri.
El Club de los Incompredidos es la historia de un grupo de amigos que se encuentran en el momento adecuado de sus vidas. Quizá la película no sea una fiel adaptación del libro, pero desde El Templo te aconsejamos ir a verla porque hay algo que comparte con la novela: ambas te enseñan que tienes un lugar en el mundo. Siempre.