En primavera de 2010 DreamWorks nos presentaba a uno de sus héroes más carismáticos: Hipo Horrendo Abadejo III. Hijo de Estoico el Inmenso, jefe de la tribu que vive en la isla Mema, situada «a doce días al norte de Desesperación y unos grados al sur de Me muero de Frío», Hipo sufre por no poder demostrar que él es un vikingo de verdad. Los mayores enemigos de los vikingos de Mema son los dragones, pero Hipo es tan enclenque y debilucho que no ha sido capaz nunca de matar uno… hasta que durante un ataque derriba a un Furia nocturna con un artefacto de su creación. Hipo descubre que los dragones no son tan malos como creen en su aldea, y pronto el Furia nocturna, al que apoda Desdentado, y él se hacen compañeros inseparables.
Basada en la serie de libros de la autora inglesa Cressida Cowell (bueno, en realidad ella los ha traducido del noruego antiguo, el autor es el propio Hipo), la película solo se parece al libro en nombres y algún detalle puntual. Algunas de las diferencias más llamativas son, por ejemplo, que en el libro los vikingos utilizan a los dragones como animales de compañía para, entre otras cosas, cazar y pescar, y no están en guerra con ellos ni los odian a muerte. Otra diferencia importante es que los dragones, además de ser mucho más pequeños que en la película, hablan su propio idioma: el dragonés.
Uno de los personajes que más cambio experimenta en su paso a la pantalla es, sin duda, Desdentado. En la película es un espléndido Furia nocturna de lo más adorable, una criatura que todos querríamos como mascota. Sin embargo, en el libro es un pequeño dragón común de jardín de color verde esmeralda. Es un comodón y un tanto gruñón, lo que dificulta su entrenamiento: la prueba que convertirá a Hipo en un vikingo de pleno derecho. Además, es mucho más pequeño que los demás y no tiene dientes, ni siquiera escondidos (de ahí el nombre), lo que, al menos al principio, convierte a Hipo en el hazmerreír del poblado.
En la producción de la DreamWorks, dirigida por Chris Sanders y Dean DeBlois, responsables de Lilo & Stitch, el diseño de paisajes es exquisito y los personajes, entrañables. La historia te deja con una sonrisa de oreja a oreja al terminar y unas ganas tremendas de encontrar a tu propio dragón; todo ello perfectamente combinado con uno de los mejores trabajos del compositor John Powell, que le valió su primera nominación a los Oscars.
Visto como dos obras parecidas pero independientes, el libro es tan divertido como la película y merece un puesto destacado en las estanterías juveniles, tanto por su originalidad como por sus personajes. La película es, sin duda, una de las mejores de animación de la productora fundada por Steven Spielberg e inicia una franquicia prometedora. Los primeros cortos derivados están disponibles en DVD. También están preparando una serie de televisión para el canal Cartoon Network y la segunda parte se encuentra ya en fase de pre-producción para su estreno en verano de 2014. Esperemos que esté a la altura de su predecesora y de su fuente de inspiración.
Para aquellos interesados en los libros, están siendo publicados por SM en la colección «Pequeño Dragón». En febrero de este año salió a la venta el séptimo libro de la saga, Cómo sobrevivir a una tempestad de dragones.