Ir a ver una adaptación cinematográfica siempre es un reto para cualquier lector y, si no has terminado el libro a tiempo, puede llegar a ser toda una aventura.
Hermosas Criaturas cuenta la historia de Ethan Wate, un chico de dieciséis años que vive en Gatlin, un pequeño pueblo de Atlanta, en el que nunca pasa nada. La vida de Ethan cambia cuando comienza a soñar con una desconocida, una chica de pelo negro, piel pálida y belleza inigualable, que de pronto ve en la vida real. ¿Qué tiene de especial esta chica? Que es una caster, una persona capaz de generar magia. La joven se acaba de mudar a casa de su tío Macon Ravenwood, un hombre un tanto peculiar al que todo el pueblo toma por loco. Lena Duchannes, la chica que trae de cabeza a nuestro protagonista, lleva en la mano un número escrito que cambia cada día: no es ni más ni menos que la cuenta atrás para su cumpleaños. Es evidente que Lena teme llegar a los dieciséis pero, ¿por qué? En un pueblo en el que las apariencias son lo más importante, Ethan y Lena intentarán descubrir la manera de cambiar el futuro de ella.
Hasta aquí tanto la película como el libro coinciden. Existen, sin embargo, algunos cambios en personajes como el de Amma (la nana de Ethan que hizo las veces de madre cuando esta falleció) o el de Marian (amiga de la madre y la encargada de la biblioteca de Gatlin), que se fusionan en un sólo personaje. Además de la llamativa ausencia de la figura del padre. Y si no has terminado la novela a tiempo, no te preocupes: aunque no totalmente, el final es distinto al del libro. Por otra parte han logrado que escenas que a priori parecían banales, se transformen en momentos mágicos y fantásticos, como la escena en la que Ethan descubre que Lena escribe sus pensamientos en las paredes de su cuarto. A pesar del gran número de cambios que introduce la película, las escenas más importantes han quedado intactas y la historia se puede seguir aunque no hayas leído la novela primero.
Pero no todos son defectos en esta película, ni mucho menos. Una de las cosas a destacar son las interpretaciones de los ya veteranos Emma Thompson, que da vida a una magnífica Señora Lincoln, y Jeremy Irons, en el papel del excéntrico Macon Ravenwood. Además, el dúo protagonista emula, si no a la perfección, con bastante exactitud a los personajes del libro, no dejándose eclipsar por los grandes nombres con los que comparten cartel. Quizás el Ethan de la película sea más cómico, pero se agradece.
También hay que destacar la interpretación de Emmy Rossum, en el papel de Ridley, la prima de Lena. Si bien físicamente no se parece a la descrita por Kami García y Margaret Stohl, su personalidad es tal y como refleja la novela. Sin embargo, antes del estreno de la cinta, fue el personaje más controvertido por sus distintos atuendos y su actitud más sensual de lo que quizás transmitían las páginas de la obra.
Aunque Richard LaGravenese, director y guionista de otras películas basadas en libros como Agua para elefantes o Posdata: te quiero, no haya hecho una adaptación cien por cien fiel al libro, no dudes en verla: no solo el reparto merece la pena, la banda sonora y la fotografía hacen de esta película un largometraje entretenido y cautivador.