Frases como «no eres buena para mí», «¿ahora eres una yonki de la adrenalina?», «la edad es sólo una cifra, nena» y «eres hermoso» quedarán grabadas en la memoria cinematográfica de miles de jóvenes... y no tan jóvenes. Porque Luna Nueva está llena de frases memorables, dolorosas e hilarantes que desde el pasado mes de noviembre hacen las delicias de millones de espectadores en todo el mundo.

Hoy por hoy es indiscutible que en la literatura romántica juvenil reinan los vampiros: prometen placeres inalcanzables para cualquier mortal, la fuente de la juventud, el amor más perfecto y exquisito que pueda existir, y aventuras deliciosas rodeadas de ese velo oscuro siempre tan tentador. Si a esa combinación le añadimos un elenco de personajes misteriosos e irresistibles, seguro que el pastel sale muy, muy rico. Y, si no, que se lo pregunten a los chupasangres crepusculianos de Stephenie Meyer: en este momento, los amos y señores de la gran pantalla.

Las críticas que le llovieron a la directora Catherine Hardwicke tras la adaptación del primer libro de la saga apenas tuvieron término medio: o excelentes, o terribles. Sin embargo, digan lo que digan, lo cierto es que se trató de una adaptación justa y amable que creó una atmósfera especial; un buen trabajo pese a presiones, expectativas tremendas y un presupuesto ridículo comparado con el destinado a la segunda película de la saga. Luna Nueva, dirigida ahora por un aclamado Chris Weitz que confiesa haberse sentido abrumado ante los miles de fans que acudieron al rodaje de las escenas en Italia, ha contado con mucho más de todo y se ha notado. Recrea más fielmente el libro, reproduce con éxito detalles que se auguraban tremendamente difíciles (los lobos gigantes y sus carreras supersónicas a través del bosque, la brutalidad de los Vulturi), le da media vuelta de tuerca al ambiente algo frío y desapasionado del primer film, y los sentimientos de los personajes son más tangibles, logrando que el espectador sufra más.

Salvando algunas licencias poéticas (Edward besa más que demasiado a Bella, esta debería haberse roto la mano y el brazo tras golpear a los lobitos, etc.) y dejando al margen cualquier polémica acerca de la autora o la personalidad de sus personajes, Luna Nueva ha supuesto el boom que se esperaba. Y si el éxito de la película se midiese por la cantidad de reproducciones del tráiler en la web, sin duda sería la ganadora indiscutible, ya que que han sido la friolera de 592 millones de veces las que ha sonado el click del play.

En Crepúsculo las hormonas explotaron ante Edward Cullen; en Luna Nueva hemos adorado al dulce, tierno y siempre descamisado Jacob Black. ¿Alguien se atreve a apostar ante cuál de los dos caeremos rendidos en Eclipse?