Seguramente te has enterado del estreno de Un monstruo viene a verme. Cómo no hacerlo, pensarás. Durante las últimas semanas, el libro se ha estado vendiendo en cada escaparate, con sus nuevas ediciones, el tráiler ha estado en televisión y en cada anuncio de YouTube, y el póster, en otras tantas marquesinas. Porque cuando la película viene de la mano de J. A. Bayona (El orfanato, Lo imposible), con producción española, no puede quedar nadie sin enterarse.
La película se centra en el drama interno de Connor (Lewis MacDougall). Su madre (Felicity Jones) está muy enferma de cáncer, él ha asumido toda la responsabilidad de la casa y se enfrenta cada noche a un sueño que lo aterroriza. La enfermedad de su madre empeora cada día, por lo que su abuela (Sigourney Weaver) irrumpe en escena para hacerse cargo del muchacho. En esta situación aparece el monstruo (con voz de Liam Neeson), una criatura que llama a la ventana de Connor cada noche, con la promesa de contarle tres historias…
Si hay algo que caracteriza Un monstruo viene a verme es lo perfectamente ejecutada que está. Es una de esas películas hechas con mimo en todos sus detalles y esto se nota especialmente. Se ve en la animación que ilustra las tres historias que le cuenta el monstruo a Connor, que nos recuerdan un poco a «La fábula de los tres hermanos», de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1. El estudio de animación responsable ha sido Headless, los catalanes que ya nos trajeron en 2007 Nocturna. Pero también lo vemos en una fotografía impoluta, donde los primeros planos tienen el protagonismo y se consigue transmitir el tono intimista y dulce de esta historia.
La actuación está a la altura de lo esperado. Una Sigourney Weaver que no decepciona, encarnando muy bien la ambigüedad de la abuela de Connor, una Felicity Jones a la que no vemos mucho, pero que resuelve estupendamente este papel maternal, y un Connor con la edad adecuada (un lujo que la hayan respetado), al que vemos desgañitándose, con la firmeza de aquel que no quiere que los demás vean su dolor. Liam Neeson narrando al monstruo es algo que merece la pena escuchar, así que si tienes la suerte de tener un cine en versión original cerca, es una buena ocasión para ir.
Lo bueno de tener al escritor del libro como guionista es que ha sabido aprovechar todos los elementos narrativos de su historia que podían dar el salto a la gran pantalla. Si la novela ya tenía mucho de visual, la película se ha convertido en un fiel reflejo, con muchas escenas potenciadas respecto a la narración. La escena final, de la que no te queremos decir mucho, es un añadido que resuelve una de las principales preguntas. Puede que no sea necesario para aquellos que disfrutamos de lo que no nos cuentan y buscamos nuestras propias respuestas, pero da un cierre más claro a esta incógnita.
La banda sonora, compuesta por Fernando Velázquez, es una belleza que suena en los momentos adecuados para acallar los llantos del cine. Además, te recomendamos que no te pierdas la canción que ha lanzado Keane a propósito del estreno de la película, Tear Up This Town, que no vas a poder dejar de tararear.
Un monstruo viene a verme va a triunfar en la taquilla mundial y va a gustar. Y lo va a hacer porque cuenta una historia universal, con unos personajes muy humanos y bien retratados, contada en unos moldes que incorporan la fantasía de una forma muy sutil y hacen que la historia llegue bien a todo el mundo. Se mete de lleno en el drama, pero lo hace en su justa medida, sin ser morbosa o desagradable. Agarra a tus abuelos, tu madre o tu mejor amigo, llévalos al cine y juzga por ti mismo.