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Percy Jackson y los dioses del Olimpo
Rick Riordan

Creada por Rick Riordan y Jonathan E. Steinberg
Del papel a la pantalla El Templo#99 (abril-mayo 2024)
Por Víctor Heranz
379 lecturas

Fue en 2005. Una novela que había sido codiciada por las grandes editoriales estadounidenses, firmada por un autor aún desconocido entre el gran público. El ladrón del rayo, Rick Riordan. Aquel fue el comienzo de un imperio literario que hoy cuenta con más de veinte novelas. Las aventuras del hijo más famoso de Poseidón (con perdón al Perseo original) marcaron la adolescencia de muchos de nosotros y por fin tenemos una adaptación a la altura de nuestras expectativas. Aunque quizá esas mismas nos hayan jugado una mala pasada.

No es la primera vez que Percy Jackson se adapta al medio audiovisual: en 2010 se estrenó una película basada en el primer libro, protagonizada por Logan Lerman y Alexandra Daddario junto a un buen puñado de estrellas de la altura de Uma Thurman o Sean Bean. La película era divertida y contaba con acción a raudales, pero dejó un sabor de boca agridulce. Los actores protagonistas eran demasiados mayores, la trama quedaba desdibujada… Era una película adolescente más de todas las que comenzaron a salir tras el boom de Crepúsculo, pero no era lo que esperábamos. Tres años después, cuando El mar de los monstruos se descalabró en taquilla, los fans confirmamos que no estábamos ante el proyecto que queríamos.

Ahora, Disney+ ha estrenado la primera temporada de la serie, que cuenta los acontecimientos del primero tomo de la pentalogía. En ella, Percy Jackson, un chaval disléxico que vive en Nueva York, descubre que su padre es el dios Poseidón y que será perseguido por monstruos infernales eternamente. El único lugar en el que que estará seguro es el Campamento Mestizo, donde ha de aprender a convertirse en un héroe a la altura de Hércules o Jasón. ¿Su primera misión? Encontrar el rayo de Zeus, que ha desaparecido del Olimpo. ¿El problema? Si no lo encuentra rápido estallará una guerra entre los dioses que podría asolar el mundo.

Percy Jackson y los Dioses del Olimpo, donde el propio Riordan es uno de los guionistas, tiene su punto fuerte en la historia, que sigue funcionando a pesar de los años. Además, el autor ha actualizado algunas tramas, dándoles una vuelta de tuerca ante los avances sociales que vivimos. La historia de Medusa, protagonista absoluta del tercer capítulo, tiene mucha más profundidad y crudeza, lo cual nos ha parecido un gran acierto. El humor también ha encontrado su hueco y bailotea sobre esa fina línea entre lo absurdo y lo tronchante.

Si bien los actores adultos cumplen con nota su cometido, el trío protagonista, quizá por su juventud, se queda en el aprobado. Percy, Annabeth y Grover son unos héroes carismáticos y muy divertidos. Los tres actores elegidos para interpretarlos aún están encontrando el tono y a veces pecan de convencionales o incluso de aburridos. Según avanza la temporada, se les va percibiendo más cómodos y entregados a la propuesta, nada fácil, de encarnar a estos personajes tan queridos.

Por otro lado, la película de 2010 tenía unos efectos especiales y un ritmo que maquillaban bastante sus tropiezos. En el caso de la serie, estos dos apartados podrían haber estado mucho más explotados. Algunos efectos se perciben menos épicos de lo que deberían (como la explosión de la furia en el primer capítulo o las serpientes de Medusa) aunque estén más cercanos al tono de la novela. El ritmo, sin embargo, difiere mucho de su referente original: es algo lento, y por momentos se percibe alargado para sostener ocho capítulos. Aunque sirve para dar profundidad a algunos personajes, especialmente a Annabeth, la duración de la serie es excesiva para una novela de menos de trescientas páginas.

La segunda temporada ya está confirmada. ¿Conseguiremos ver los cinco libros adaptados? La crítica ha caído rendida ante la serie y las cifras de visionado han sido estupendas, así que todo apunta a que este es el inicio de una saga que puede solventar sus puntos flacos sin problemas para demostrar por qué Percy Jackson nos ha robado el corazón durante más de dos décadas.»