estas fechas veraniegas en las que el calor nos anima a leer en la playa o en la piscina tras un buen chapuzón, desde El Templo de las Mil Puertas te queremos recomendar una película muy refrescante y divertida para una tarde de calor estival. Los pingu?inos de Mr. Popper es una comedia dirigida por Mark Waters estrenada en EE. UU. el 17 de junio y que llegó a nuestros cines un mes más tarde, el 22 de julio. Si ya has visto el tráiler, sabrás que Jim Carrey, a quien ya vimos en El show de Truman o La máscara, es el encargado de dar vida a Mr. Popper, el protagonista de la película, buscando la carcajada del público en todas y cada una de las situaciones cómicas de la historia —¡que no son pocas!—.
Por si no lo sabías, la película es una adaptación de 20th Century Fox del cuento homónimo de Richard y Florence Atwater, muy popular en Estados Unidos. En nuestro país, la edición corre a cargo de la editorial Siruela, con unas bonitas ilustraciones interiores en azul y negro de Robert Lawson. Publicado en 1938, narra la historia de Mr. Popper, un pintor y padre de familia que vive en la tranquila y pequeña ciudad de Stillwater. Mr. Popper, de tanto leer libros y ver documentales, se ha convertido en un especialista en temas del Ártico y de la Antártida y un día habla, gracias a un programa de radio, con el almirante Drake que está en una expedición en el Polo Sur. Drake avisa a Mr. Popper de que pronto recibirá una sorpresa y a los pocos días llega a la casa una caja con ¡un pingu?ino de la mismísima Antártida! La vida del protagonista cambiará radicalmente, y la aburrida vida en Stillwater se transformará en una fantástica y divertida aventura llena de pingu?inos.
A pesar de que el argumento principal del texto se mantiene en su adaptación a la gran pantalla, hay bastantes diferencias entre la película y el libro. Una de ellas es que la acción no transcurre en la pequeña y tranquila Stillwater, sino en la ajetreada metrópolis de Nueva York. Otro cambio muy relevante es que Mr. Popper no es un pintor, sino un poderoso empresario adicto al trabajo y además, divorciado de su mujer, que tiene la custodia de los niños. ¿Y cómo llega un empresario de Nueva York a tener seis pingu?inos en su piso? El moderno Mr. Popper encarnado por Jim Carrey no es ningún aficionado del Antártico, sino que su padre le deja como herencia a los animales. Cuidar de ellos provocará ciertos problemas tanto en el trabajo como en su hogar. En un principio, Tom Popper, caracterizado como algo egoísta y egocéntrico, piensa donar los pingu?inos al zoológico, pero sus hijos se encariñan con las exóticas mascotas y entonces decide quedárselos, defendiéndolos ante las personas que le quieren obligar a deshacerse de ellos.
Una historia refrescante, de bastantes risas fáciles a las que nos tiene acostumbrados Jim Carrey, algunos momentos entrañables al final de la película y algo de frío polar en mitad del caluroso verano es lo que nos ofrece Los pingu?inos de Mr. Popper.