Dimple está deseando empezar la universidad y hacer realidad su sueño de convertirse en desarrolladora de páginas web. Al fin llegará el momento de irse de casa de sus padres y de dejar de oír las quejas de su madre, que solo piensa en una cosa: casar a Dimple. A su madre le da igual que sea inteligente y haya conseguido entrar en una buena universidad, solo le importa que no es guapa, no le gusta maquillarse y no respeta las tradiciones. Y aunque Dimple tiene un carácter fuerte y sabe lo que quiere, a veces esas críticas constantes hacen mella. Por suerte, su familia la apoya en su decisión de estudiar una carrera, y no solo eso: le van a pagar un curso de verano de desarrollo de apps.
Rishi se lleva de maravilla con sus padres, quiere honrar a su familia y respetar sus tradiciones. Para sorpresa de la mayoría de su entorno, decide que quiere un matrimonio concertado. Le gusta la idea de conocer a alguien que también busque comprometerse, empezar una relación y, si todo va bien, casarse y pasar el resto de su vida juntos. Sus padres y los de Dimple se conocen desde hace tiempo y, cuando Rishi ve una foto suya, tiene una buena sensación. Apuntarse al mismo curso de verano parece un buen plan. Acercarse a ella y decirle «hola, futura esposa» quizá no lo sea tanto.
Sandhya Menon publicó Polos opuestos en 2017 y, en 2020, Netflix India lanzó su adaptación a serie. Aunque el libro no había llegado a España, a raíz de la serie, Planeta se ha animado a traducirlo. «Como siempre», pensarás, pero este es un caso curioso porque la serie no está doblada al castellano; por ahora, solo se puede ver en hindi o en inglés.
Novela y adaptación comparten planteamiento y escenas iniciales, pero a partir de ahí toman caminos distintos. En el libro, Dimple y Rishi viven en Estados Unidos, donde transcurre toda la acción. Sus tradiciones indias chocan con el entorno occidental, algo que los dos comparten pese a sus muchas diferencias. La serie, sin embargo, sucede en India, con el curso de verano en Jaipur, y lo que separa a Dimple y Rishi de sus compañeros es su entorno, más tradicional.
También los personajes cambian mucho, en especial los que rodean a Rishi. En la serie no vive con sus padres sino con su abuela, y no acude al curso solo sino con Namrata, su mejor amiga. El grupo de populares está presente en ambos formatos y juega un papel similar, pero en la serie son más odiosos y tienen mayor protagonismo. En general, Polos opuestos es una novela ligera y romántica para pasar un buen rato, mientras que en la adaptación hay mucho más drama. Tanto que el capítulo final nos ha dejado con mal sabor de boca, y no nos referimos a la trama de Dimple y Rishi que, por cierto, ha quedado definitivamente separada de la historia del libro.
Curiosamente, aunque la serie busca ganar profundidad en algunos aspectos, la pierde en otros al ignorar buenas ideas de la novela. La app que crea Dimple pasa de ser algo útil y original a una idea banal e incluso egocéntrica.
A favor de la serie hay que señalar las interpretaciones de los protagonistas, Prajakta Koli y Rohit Saraf, que dan vida a unos Dimple y Rishi entrañables. Desde el principio se nota la química entre ellos y transmiten un primer amor muy auténtico.
En definitiva, te recomendamos tanto la serie como el libro, siempre que los veas como historias separadas. Los personajes de Sandhya Menon brillan en las dos versiones y nos hemos quedado con ganas de más romance entre ellos.