El amor puede surgir entre muchos tipos de personas. El amor puede suceder en San Francisco tras una catástrofe natural, en un taxi de Nueva York o a través de la rendija de una puerta. El amor puede volver a golpear tras veinte años de sopor. El amor... ¿Qué es el amor? ¿Y cuál es tu manera de amar? Adverbios no es una novela sobre el amor, pero sí que lo es: es, conjuntamente, una antología llena de personajes que comparten nombre y una novela río cuyas pequeñas historias se van uniendo hasta conformar un tapiz donde el amor y las catástrofes (naturales, sentimentales, económicas) se dan la mano para que puedas perseguir, si quieres, a todas las Helenas, las Lilas, las Reinas de las nieves o los Dans que se enamoran en sus páginas. Y unir sus vidas, si te apetece. O no. Vívelo de la manera que quieras.

Posiblemente te suene el nombre del autor: su obra juvenil, a veces firmada como Lemony Snicket, es una de las más interesantes, divertidas y a menudo criticadas del panorama. De su obra para adultos, tan solo Adverbios ha sido publicada en castellano.

Adverbios es una novela que se construye sobre pequeños detalles: un segundo, una mirada, un semáforo en rojo, una pila gigante de patatas, una carta, un instante y, en particular, una persona, pueden cambiar nuestra manera de entender la vida. La forma. El modo. El milagro está en los adverbios, dice Handler, el modo en que se hacen las cosas. Y nos quedamos con esa reflexión: naturalmente, las personas, los objetos, los nombres, son importantes, pero nos concentramos erróneamente en ellos. Si no nos damos cuenta de la manera que tenemos de acercarnos a los nombres, de acercarnos al amor… es probable que este, inmediatamente, se desvanezca. Y, años después, miremos hacia atrás y apenas recordemos cómo nos pudimos enamorar. Claro. No fuimos conscientes de que lo hacíamos gélida, juiciosa, simbólica u obviamente de la persona inadecuada.

Como no podría ser de otra manera en la obra del estadounidense, Handler introduce elementos fantásticos o disparatados que aportan una buena dosis de humor a una novela que se podría titular «Una serie de catastróficas desdichas amorosas», pues las desgracias de sus protagonistas se suceden indiscriminadamente, dotando a la novela del surrealismo típico de Handler.

Handler reflexiona sobre muchos amores: heterosexuales, homosexuales, secretos, admirativos, cariñosos, sensibles, entre padres e hijos, entre desconocidos (imposible olvidar el relato «Brevemente», donde un hombre reflexiona sobre el chico que le obsesionó tras veinte años sin pensar en él) y, sobre todo, entre amigos. El autor no relega esta manera de amar a una situación secundaria, sino que es capaz de narrar las más bellas historias de amor entre amigos. El relato «Profundamente» es una de las historias de amor más hermosas que hemos leído, protagonizada por dos amigas durante su, quizá, última noche juntas.

Como ves, hay amores para todos los gustos. Esperamos que encuentres el tuyo. Aunque sea brevemente.