Un día cualquiera, el Silencio cae sobre nosotros. De forma súbita todos los mayores de veintidós años han aparecido muertos en el sitio y la ciudad ha quedado en manos de los adolescentes y los niños. Han pasado seis meses desde la catástrofe, tiempo suficiente para que el Caos se haya expandido por la ciudad. No hay norma que valga: solo supervivencia.
El Rey Muerto, un líder adolescente cuyo único fin es propagar la violencia y el Caos, se ha hecho con el barrio en el que vive Astrea. En esta situación desoladora, el camino de Astrea se cruza con el de Néstor, un muchacho asustadizo que vive oculto en su casa, repleta de provisiones, y con el de León, un chaval que se ha forjado su nombre —y su leyenda— a base de entorpecer la labor del Rey Muerto.
Y, en medio del Caos, encuentran un pequeño y primer atisbo de esperanza.
Álvaro Colomer firma Ahora llega el silencio, su primera novela juvenil, con la que ha ganado el premio Jaén de Narrativa Juvenil 2019. Con una premisa sencilla, que recuerda a autores como Veronica Roth, Michael Grant o José Antonio Cotrina, y con el telón de fondo de la ciudad de Barcelona, se desarrolla una trama centrada en sus tres protagonistas, y no en grandes batallas o situaciones de vida o muerte.
Lejos de grandes giros narrativos y de subtramas muy complejas, el autor hace el retrato de una ciudad en la que reina el Caos, espacio para mostrar las diferentes tribus urbanas y personajes pintorescos que surgen en un emplazamiento tan cotidiano, y tan inusual a la vez, como lo es una ciudad en ruinas. Igualmente reflexiona sobre temas como el destino, los héroes y las leyendas, con un estilo que roza lo lírico y un imaginario pequeño pero muy bien cimentado.
Entre sus puntos fuertes se encuentra la construcción de sus personajes, que adquieren profundidad con unas pocas pinceladas; parece que parten de arquetipos, pero encuentran sus matices a partir de diálogos muy vivos y una prosa inteligente.
Lo interesante de Ahora llega el silencio no es la salvación del mundo, de los adultos, ni la reversión de lo ya ocurrido, ni siquiera la búsqueda de una explicación a la muerte de tantas personas. Esta novela encuentra su enfoque original en el retrato de un pequeño momento, pequeño relato, de lo que podría ser el comienzo de una leyenda aún mayor.
Pero eso ya es otra historia.