Amaranta tiene todo lo que cualquier otra chica podría desear: unos padres adinerados, un Chevrolet por su decimoctavo cumpleaños y un futuro asegurado en la empresa familiar. Sin embargo, ella no desea ser como sus padres quieren que sea.

No entiende por qué le regalan un coche por su cumpleaños si ni siquiera tiene el carnet de conducir. Tampoco entiende por qué le organizan una fiesta tan extravagante, al estilo de las presentaciones de antaño en la alta sociedad. A la joven le gustaría ser una adolescente corriente, no la hija de Diana Alcántara y David Islas, los dueños de Bancomundo, uno de los bancos más importantes del momento.

En la fiesta de su cumpleaños, su madre insiste en que le dé una oportunidad a Sergio, un chico guapo y educado y, lo más importante, el hijo de un posible futuro socio de su padre. Sin embargo, la atención de Amaranta no está centrada en Sergio, sino en Isma, un camarero marroquí muy guapo y misterioso que está trabajando en la fiesta.

A pesar de la insistencia de su mejor amiga Olga, que prefiere Sergio, y de la prohibición de su madre, Amaranta sigue viéndose con Isma. Durante sus escapadas, Amaranta descubre que no todo el mundo apoya el banco de sus padres. Tras el jardín, la piscina, el muro de seguridad, las cámaras y los guardias, existe todo un mundo que los padres de la joven quieren esconder y que ella no conocía. ¿Conseguirá las riendas de su futuro?

Care Santos ganó en 2014 el premio Jaén de Narrativa Juvenil con esta novela que trata un tema de actualidad de manera valiente y optimista. Algunos capítulos están escritos como si fueran mensajes de texto o de Whatsapp, y la maquetación y edición del libro acompaña a ese detalle. Así el ritmo del libro es mucho más ágil y podemos leer las conversaciones que tiene la protagonista con su madre o con su mejor amiga Olga. Fiel al estilo de la autora, Amaranta es una novela ágil, entretenida, realista con un toque de misterio que te atrapará en su lectura.