American Royals es una novela con una premisa potente: tras la Guerra de Independencia, George Washington se convirtió en el primer rey de los Estados Unidos. Como muchas monarquías, el país vive obsesionado con la familia real: sus intereses amorosos, dónde pasan las vacaciones de Navidad, cuándo es el próximo baile real...
Bienvenidos al Palacio de los Washington. Allí viven los reyes de Estados Unidos con sus tres hijos. Beatrice es la primogénita y heredera de la Corona, puesto para el que lleva preparándose toda su vida. En cambio, los hermanos mellizos Jefferson y Samantha son dos jóvenes salvajes que protagonizan más portadas de revista de lo que a sus padres les gustaría. Nina, la hija del chambelán real, también suele frecuentar el palacio, ya que su vida está ligada a la realeza desde que Samantha decidió que serían mejores amigas. Lo mismo que Daphne, una joven adinerada que sale con el príncipe... Hasta que un día lo descubre en la cama con otra chica
Katherine McGee escribe para los amantes del drama. Es divertido estar entre los bastidores de palacio y contemplar las travesuras de la gente poderosa. A pesar de la imagen ideal que los Washington se esfuerzan en proyectar, la vida de la familia no podría ser más caótica. Sin embargo, a veces da la sensación de que los personajes se ven reducidos a su vida romántica y que incluso las parejas se parecen entre ellas. Se echa de menos más construcción del mundo, aunque quizá la autora lo reserve para los siguientes tomos de la saga.
Es una lectura disfrutable y rápida de leer pese a su longitud. Merecen una mención especial Beatrice y Daphne; Beatrice siempre ha sido la hija obediente, haciendo lo que se espera de ella, pero cuanto más se acerca la hora de gobernar, más se pregunta si todos los sacrificios realmente valen la pena; la segunda es la absoluta antagonista, capaz de hacer cosas que nos estremecerían y de la que, sin embargo, no podemos evitar compadecernos.
Si te gustan los escándalos reales y los enredos amorosos, American Royals es tu libro. Una historia en la que los miembros de la realeza guardan secretos que dejarían con la boca abierta al pueblo. Hasta el propio rey.