Una tarde, Christopher distinguió esa nube que parecía sonreírle. Esperaba a su madre, Kate, en la puerta del colegio, pero decidió seguir a la extraña sonrisa hasta el bosque. Se internó en él.
No se volvió a saber de Christopher en seis días.
Cuando una adolescente se lo encuentra en la linde del bosque, todo el pueblo lo considera como un milagro. El niño no tiene ni un rasguño, pero tampoco recuerda nada de su estancia entre los árboles. ¿Cómo ha podido sobrevivir solo, sin comer ni beber, durante tantos días?
Hasta que Christopher habla del hombre amable que le ayudó a salir del bosque.
Como no parece víctima de ningún tipo de abuso, los adultos asumen que el niño se ha inventado al hombre, a causa de la sed y el agotamiento. A partir de ese momento, las vidas de Christopher y Kate darán un giro de ciento ochenta grados. Primero hacia la mayor de las suertes y, más tarde, hacia un terrorífico destino que parece no tener vuelta atrás.
Porque cincuenta años antes otro niño desapareció en el bosque de Mill Grove.
Pero jamás regresó.
Da miedo. Eso es lo primero que se ha de decir de Amigo Imaginario: da mucho miedo. Si te gustó Las ventajas de ser un marginado, la nueva novela de Chbosky te conquistará por el mismo motivo: la calidad innegable de su prosa, esta vez al servicio del más puro terror. Las más de ochocientas páginas fluyen con un ritmo constante, a pesar de caer en algunas repeticiones narrativas innecesarias. A pesar de ello, el autor sale bastante indemne de una prueba tan grande como la que suponía esta novela.
A través de sus miedos, Chbosky define a sus personajes, y cabe destacar a los femeninos, mucho más complejos que los masculinos, pues presentan las características más interesantes en cuanto a psicología se refiere. Además, la mujer siseante, la antagonista principal, es terrorífica.
Sin duda, Amigo Imaginario es una novela contundente, llena de referencias (algunas incomprensibles por la traducción) y con una trama que, en su último tramo, se vuelve completamente delirante. Su gran componente religioso funciona mejor cuando no cae en la obviedad, y la resolución no nos acaba de convencer. ¿Volveremos a Mill Grove? Desde El Templo, lo estamos deseando, como también deseamos que Chbosky no se retire otros diez años.