Josie a veces siente que es una mujer de treinta años atrapada en el cuerpo de una chica de quince. Su alto coeficiente intelectual la lleva a dividir su tiempo entre el instituto y la universidad; por suerte, no está sola en esa aventura: su mejor amigo Stu también es superdotado.
Nuestra protagonista odia los cambios y su procesador se colapsa cuando su hermana del alma, Kate, con la que siempre ha tenido una relación muy especial, decide prometerse con Geoff. El problema para Josie no es el hecho de que se vaya a casar, pues su otra hermana Maggie lo está y ella adora a Ross, su cuñado; el problema es que no soporta al sabelotodo de Geoff. ¿Será que Josie es tan parecida a su futuro cuñado que por ello no lo aguanta?
Cuando a Josephine, nombre que solo utilizan sus padres cuando pretenden reprenderla, se le mete algo entre ceja y ceja, no hay manera de hacer que cambie de idea; hará cuanto esté en su mano para conseguir su objetivo. Su nuevo plan maestro es el de lograr que Kate anule su compromiso con Geoff, pero será más difícil de lo que espera, pues Kate está experimentando un sentimiento que Josie desconoce: el amor.
Erin McCahan ha conseguido dibujar un retrato cuasi perfecto de una chica superdotada que analiza demasiado todo lo que sucede a su alrededor y la cual no se siente cómoda en el ámbito sentimental, lo que la lleva a intentar racionalizar cualquier sentimiento o situación puramente emocional.
Pese a que a la autora le cuesta arrancar por lo verosímiles que son los protagonistas, una vez la novela coge ritmo se vuelve más ligera si cabe. Contiene grandes dosis de humor, datos tremendamente interesantes y personajes con los que congeniarás desde el el primer momento. Es imposible que Stu o Josie te caigan mal, pues los diálogos entre ellos son de lo mejor de la novela.
Si lo que quieres es una novela sobre amor, pero nada chiclosa y pomposa, esta será una de las mejores opciones que encontrarás en las librerías.