La Torre Noctívaga es la sede de la magia en el reino de Alatea. Desde ahí se forman magos que vagan por todo el mundo, los Magos Errantes, para encargarse de las Escuelas de Enseñanzas Sencillas. Solo puede haber uno por región y cada mago puede escoger únicamente a un aprendiz. Aún siendo un novicio, Locuaz reúne todas las cualidades necesarias para cumplir su sueño de convertirse en uno de ellos: es curioso, decidido, honrado y posee un gran talento. Sin embargo, se enfrenta a un enorme obstáculo, ya que es incapaz de pronunciar la más mínima palabra.

El chico se adentra en el pueblo de Alborada para ser aprendiz del mago Clementius, el maestro que le instruirá en el camino de la magia y le ayudará a desarrollar su capacidad para, algún día, lograr el máximo distintivo de un mago, el Gorro Estrellado. Sin embargo, pronto descubrirá que el lugar se encuentra sometido a unas insólitas circunstancias: la amenaza de unas criaturas monstruosas con forma de espantapájaros —los Funebros— y de la Magumbra, una tenebrosa bruja que parece relacionarse con ellas y cuya presencia viola las reglas establecidas. Lo que comenzó como un adiestramiento terminará siendo un viaje cargado de intrigas y suspense, donde la verdad, al igual que la magia, tiene múltiples caras.

Con El aprendiz silencioso, Gabriel Sánchez García-Pardo vuelve a adentrarse en los terrenos de la novela fantástica mediante una historia corta y reflexiva con ligeros toques de humor. Su estilo es sencillo y el argumento avanza a un ritmo rápido, que facilita en gran medida su lectura. La trama, aunque peca al comienzo de ser simple y estar llena de clichés propios del género, pronto se vuelve más compleja, con unos giros de lo más interesantes. Sus personajes principales están bien retratados y muestran defectos, virtudes y una personalidad creíble, aunque este mismo desarrollo se echa en falta en los personajes secundarios.

La novela es narrada de una manera peculiar, desde la perspectiva de Novelo, un cuentacuentos ciego que participó en los hechos. Mediante Locuaz y Novelo, el autor nos deja claro que el carecer de un sentido o capacidad no es un impedimento para vivir una aventura. Esto lo logra ayudando a los personajes con descripciones basadas en sonidos u olores y diálogos conseguidos por medio de gestos, lo que nos proporciona una experiencia original y enriquecedora.