Barcelona, verano de 2019. ¿Qué es lo que está pasando? Al principio, parecían atentados. Pero poco a poco la narrativa fue cambiando: cuando empezaron a aparecer los llamaron violentos y, horas más tarde, al ver que los ataques crecían en número, localización y agresividad, infectados. Nadie sabía lo que estaba ocurriendo y, antes de que pudieran ponerse de acuerdo en lo que eran, las comunicaciones cayeron y todo el mundo quedó completamente aislado
Un verdadero apocalipsis. ¿Qué haces con 22 años, justo cuando acabas de terminar la carrera? Ariadna y sus amigos ya visualizaban un futuro incierto, pero esta situación los deja complemente perdidos. Son conscientes de que este es el final, que lo único que les queda es seguir sobreviviendo. ¿Cómo? Ni ellos mismos lo saben, lo irán descubriendo por el camino.
En Ariadna y las posibilidades muertas no encontrarás una historia de acción. Los zombis no son un elemento principal de la obra, sino que más bien forman parte del escenario en el que los protagonistas se van moviendo, una excusa para hablar de los problemas de toda una generación.
De hecho, la construcción de los personajes es el punto fuerte de la novela: no solo por cómo están definidos, cada uno tan diferente y en el fondo, tan parecidos, sino también por la manera en que se relacionan entre ellos. Además, es una novela coral: cada capítulo está narrado en primera persona por uno de los personajes principales, lo que ayuda a que conozcamos mejor todos sus miedos e inseguridades. Unos miedos e inseguridades que compartimos muchos jóvenes.
Con un estilo cuidado y delicado, Paula Peralta nos trae una historia de terror no tan alejada de la realidad que mantendrá en vilo a cualquier lector.