Talin vive en un mundo destrozado por la guerra interminable entre la sangrienta Federación y la última nación libre, Mara, cuya única esperanza es la fuerza de guerreros de élite a la que pertenece. Entrenados desde muy jóvenes, son lo único que se interpone entre los Fantasmas, criaturas mutantes creadas por la Federación, y el último reducto de libertad del planeta. Aunque esta libertad deja mucho que desear si no cumples ciertos requisitos; y eso es algo que los Golpeadores, ese grupo al que pertenece, saben muy bien. Sin embargo, la llegada de un extraño que puede ser el arma definitiva para acabar con los Fantasmas está a punto de cambiarlo todo.

La característica más destacada de las novelas de Marie Lu es su estilo, que deja los sentimientos de sus personajes a flor de piel. En esta ocasión lo lleva un paso más allá y lo conjuga con un mundo descarnado y lleno de dolor. Un lugar destrozado, lleno de criaturas horrorosas, donde algunos humanos son más peligrosos que cualquier bestia.

Además, la narración en primera persona de Talin solo ayuda a aumentar la cercanía con la que se relatan los hechos, sin esconder las partes más crueles o difíciles, convirtiendo la realidad de la protagonista en la nuestra durante el tiempo que dura la lectura. No solo sufre por ser Golpeadora, sino que Mara está llena de habitantes elitistas dispuestos a juzgarla por su tono de piel, su situación como refugiada o su mutismo, pese a que ella y sus compañeros sean lo único que protege a estos ciudadanos de la muerte y la subyugación. Por su parte, los personajes secundarios ayudan a dar forma a este mundo a través de sus conversaciones dinámicas y la maravillosa camaradería que se respira entre ellos. Una mención especial se merece la madre de Talin, una mujer llena de fuerza dispuesta a darlo todo por su hija y que permite un mejor entendimiento de lo que significa ser refugiada en Mara.

La primera parte de Skyhunter es el comienzo de una saga distópica que, pese a no diferenciarse mucho de otras a nivel argumental, nos ofrece un mundo complejo y unos personajes muy carismáticos, que compensarán la no tan original premisa de la saga. Talin y los Golpeadores no prometen un final feliz, pero se aseguran de que no dejemos de leer hasta que lleguemos a la última página