El título no deja lugar a dudas sobre el argumento de esta novela, así que no nos extenderemos mucho. El escenario es de lo más interesante: en un tren, atrapado en la nieve en algún punto perdido de los Balcanes, la vida de un marchante de arte ha sido brutalmente sesgada. Los sospechosos no podrían ser más dispares: una docena de pasajeros de distintas edades, clases sociales y nacionalidades.
Para resolver este asesinato, el destino ha colocado a Hércules Poirot, el detective más famoso del momento, en el camarote contiguo al del fallecido. Este irá recabando pistas para tratar de encontrar las respuestas a todas las preguntas que surgen sobre cómo se desarrolló la noche del crimen. ¿Quién era la mujer que vio de espaldas en el pasillo vestida con un kimono rojo? ¿Y el hombre que irrumpió en el camarote de Mrs. Hubbard, una de las pasajeras? Y, sobre todo, ¿quién era el asesinado y por qué alguien querría arrebatarle la vida?
La aventura más famosa de Poirot vuelve a estar en boca de todos gracias a la adaptación cinematográfica que el británico Kenneth Branagh acaba de estrenar. Y el porqué de que aún hoy, ochenta años después de su publicación, siga siendo un referente en la novela negra reside en la fórmula que Agatha consigue en todos sus libros: que cada personaje sea tan sospechoso como inocente, y tan exótico como cercano. Cierto es que estos no tienen apenas caracterización, sino que son meros elementos para urdir la trama, pero si por algo destacan los libros de la autora británica es por los giros e inteligencia de sus argumentos.
Quizá la estructura es el punto más flojo de la novela, pues puede pecar de repetitiva o de demasiado simple. Además, al ser una obra tan mítica, quizá que ya conozcas el final, pues ha sido emulado en múltiples ocasiones. Si este es tu caso, no te preocupes: también nos gustan mucho Muerte en el Nilo, Diez Negritos o La ratonera. La reina del misterio tiene una bibliografía tan amplia que puedes empezar por donde quieras, y nunca te decepcionará: te encandilarán su construcción de atmósferas o sus tramas, hiladas a la perfección.