Mediados del siglo XIX, España. O, más concretamente, la corte de Isabel II. La joven reina está que trina: la han comprometido con un hombre al que detesta, y su amado se casará con su hermana. Pero ella no es la única protagonista de esta historia. Nos encontraremos con Liliana, una profanadora de tumbas que solo sueña con marcharse de casa de su tío, quien, encargado de ella tras la muerte de sus padres, la da en matrimonio al tabernero a cambio de alcohol gratis de por vida; y con Fidel, un joven al que abandonaron en una inclusa al poco tiempo de nacer y a quien una extraña sombra se le aparece día tras día. Y, por supuesto, con Diógenes, que unirá la vida de todos ellos.

En su nueva novela juvenil, Care Santos navega entre historia y ficción y mezcla géneros literarios en un tono al que no nos tiene acostumbrados, pero en el que se desenvuelve a la perfección. Sitúa un marco histórico poco explorado literariamente dentro de una atmósfera de terror, y le añade elementos sobrenaturales.

La trama, sólida, se desenvuelve a través del punto de vista de los diferentes protagonistas, con un narrador en tercera persona. No son los únicos bien desarrollados, sino que también nos encontraremos con una amalgama de personajes secundarios tanto históricos como ficticios. El único pero es el final, abrupto y precipitado, que amarga el buen sabor de boca que deja el resto de la novela.

En definitiva, El baile de los muertos es una novela atrevida y original, que, pese a su longitud, engancha fácilmente al lector, algo a lo que ya estamos acostumbrados los lectores fieles de Care Santos.