A pesar de tener solo once años, Malcolm Polstead es el espía perfecto: es un chico despierto e inteligente; ayuda en la taberna de sus padres, donde oye todo tipo de información, y vive muy cerca del convento en el que se oculta Lyra Belaqua, que en este momento tiene menos de un año. El Magisterio acaba de hacerse con el poder y su sombra está empezando a extenderse, así que todos aquellos que defienden la libertad de pensamiento tienen que trabajar en la clandestinidad.

Si ya has leído La materia oscura, sabrás que Lyra vive en un mundo paralelo, similar al nuestro pero con importantes diferencias; que el Magisterio es su versión de la Iglesia, y que el alma de todas las personas adopta la forma de un animal, que recibe el nombre de daimonion. Pero si no lo has leído, no te preocupes, porque te vas a enterar igual de bien de los acontecimientos de La bella salvaje. Quizá te cueste un poco más situar a los personajes o pienses que Lyra es un bebé con aires de grandeza del que hablan demasiado, pero también te fascinarán más las maravillas del mundo de Pullman, como los daimonions o el aletiómetro.

En esta ocasión, Philip Pullman vuelve a presentarnos a unos personajes muy jóvenes que se ven envueltos en una trama trepidante, en ocasiones aterradora. Su mezcla de fantasía y suspense nos fascina y nos engancha de la primera a la última página. Pero a pesar de lo bien estructurada que está la historia y de lo terrorífico que es el malo, el argumento no es tan épico como el de La materia oscura, y eso se nota. De hecho, la segunda parte de El libro de la oscuridad transcurre veinte años después de esta primera, así que quizá sea buena idea leer La bella salvaje antes que la trilogía de La materia oscura, y después continuar con el segundo, respetando el orden cronológico de los acontecimientos.

Por supuesto, para los fans de Pullman este libro es imprescindible. Nunca tendremos suficientes páginas de esta Inglaterra paralela en la que viven las brujas, los daimonions, Lord Asriel y la señora Coulter. Malcolm Polstead y sus compañeros de viaje han sido unos protagonistas que se han ganado nuestro cariño y a los que esperamos ver, aunque sea brevemente, en la segunda parte.