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Besos que fueron y no fueron
Roger Olmos, David Aceituno

Lumen
¿Solo para niños? El Templo#26 (febrero 2012)
Por Javier Ruescas
8.847 lecturas

¿De qué huyen los besos? ¿A qué saben los de una sirena? ¿Cómo se cocina uno sabroso e inolvidable? ¿Cuál fue el más largo? ¿Y el más corto? ¿Quién convirtió el lanzamiento de besos en un arte? ¿Cómo funciona el beso termómetro? Todas estas y muchísimas más son las maravillosas cuestiones que trata el libro Besos que fueron y no fueron, de la editorial Lumen.

Escrito por David Aceituno e ilustrado por Roger Olmos, este original álbum se aleja de los demás, principalmente, por no contar una sola historia, sino varias docenas de ellas, cada una no más larga de cuatro caras. Historias cuyo único tema en común es, como podrás imaginar, los besos.

Con una prosa sencilla, efectiva, y poética cuando lo requiere, David Aceituno inunda el libro con relatos divertidos, ingeniosos y con entidad propia que hablan, de una manera u otra, del amor. No falta un tratado sobre los besos, una tipología de labios, una lección de anatomía o el famoso beso de tía Emilia. Además, las diferentes tipografías utilizadas para resaltar algunas partes del texto, o la colocación de los mismos, hacen de estos un elemento más del diseño que se integra a la perfección con las propias ilustraciones.

Por su parte, Roger Olmos ofrece unos dibujos llenos de color, con las texturas pastel que tanto caracterizan su arte. En ellas se dan cita princesas encantadas, malvadas brujas, franceses enamorados, ranas, monstruos y, sobre todo, labios. Muchos labios. Cada página podría ser un hermoso cuadro a estudiar con calma. Cada uno de sus dibujos está repleto de detalles y sorpresas que complementan las historias perfectamente. ¿Lo mejor? Que cada vez que volváis a abrirlo para revivir alguno de sus fragmentos descubriréis algo nuevo. Garantizado.

Es evidente que en el último año se ha producido un auge de los álbumes ilustrados en nuestro país, y que fenómenos como el de Benjamin Lacombe, Rebecca Dautremer o los españoles Emilio Urberuaga (Premio Nacional de Ilustración 2011) y Adolfo Serra y su Caperucita Roja han ayudado. Pero lo más positivo de todo ello es que ya nadie relaciona un álbum ilustrado con la literatura infantil, y Besos que fueron y no fueron es el ejemplo más claro. ¿Lo pueden leer los niños? Desde luego. ¿Lo pueden leer los adultos? Sin lugar a dudas. El amor, las caricias y los besos de los que se habla en sus historias son universales y, si bien los más pequeños se desternillarán con muchas de las originales ideas expuestas, serán los jóvenes y los adultos quienes más jugo le saquen.

En definitiva, el perfecto regalo (o autorregalo) para cualquiera que tenga la suerte de estar enamorado como Romeo y Julieta, para quienes alguna vez lo estuvieron, como la pobre Penélope o, simplemente, para aquellos que busquen unos cuantos trucos de seducción o la verdad sobre el origen de los dedales... digo, de los besos.

¿Qué opinan nuestros lectores?
amalia
2012-06-17 11:02:25

Totalmente de acuerdo con la reseña aparecida: este libro de besos no tiene desperdicio. Los textos son sugerentes, divertidos y poéticos. Los dibujos son preciosos. Y sí, es cierto, cada vez que lo abres, aunque ya lo hayas leído varias veces, te vuelves a sonreír y emocionar y vuelves a disfrutar de las ilustraciones. Muy recomendable, para adultos y para todo tipo de público. Una única pega (pequeña) es su precio, entre 20  y 25 euros (no debería haber diferencias entre las librerías pero las hay). No obstante, el tamaño, encuadernación en pastas duras e ilustraciones en todas las páginas justifican este precio. El libro lo vale.