La historia de Duna sucedió hace muchos años. Tantos, que ha pasado de historia real a relato, de relato a leyenda. Pero sucedió, y en Blanco de tigre nos lo cuenta en primera persona el hermano de Duna. Desde que la joven huye de la aldea para escapar de un matrimonio concertado, todo en su vida cambia. Duna vivía en un pequeño pueblo de pescadores en la India. En la ribera del río se alza la majestuosa selva con su habitante más temible: el tigre. Los habitantes de la aldea saben que viven cerca del peligro y la incertidumbre y el miedo están siempre presentes, como los tigres, escondidos pero acechantes, a la espera de su presa.

Duna no solo sobrevive en la selva, sino que es feliz en ella, sabe cómo cazar, encontrar cobijo y se siente cómoda viviendo en la naturaleza, aunque eche de menos a su familia. Pero más allá de la soledad autoimpuesta que sufre, se enfrentará a una de las historias más antiguas de su comunidad: la leyenda del tigre blanco.

Además de la trama principal, la historia de la joven que se adentra en la selva, la lectura también se narra la el punto de vista de la familia de Duna, que intuye que la desaparición de la joven no ha sido culpa de un tigre hambriento hambriento y siempre tiene la esperanza de que vuelva con ellos. Quien más sufre esa ausencia es Asel, primo de Duna, que también tiene una trama personal y un desarrollo muy interesante.

Andrés Guerrero ha escogido una manera particular de narrar la historia: cambia de narrador entre primera y tercera persona y tiene una forma casi poética de describir el día a día de los protagonistas. Cuando leas la novela presta atención, porque además de esa forma tan particular de narrar, el autor mezcla escenas del pasado, presente y futuro y tampoco hay un hilo conductor claro en toda la acción de la trama. Sin embargo, esa narración es precisamente uno de los aspectos más llamativos de Blanco de tigre. El jurado eligió esta novela como ganadora del premio Gran Angular 2019 por «ser una aventura legendaria y mágica, un canto a la naturaleza que también es un relato de aventuras, amor, fortaleza y sacrificio».

La historia tiene un toque fantástico, casi místico, que como lector irás descubriendo poco a poco, adentrándote en la lectura y en la selva, acompañando a Duna y sus ansias de libertad