Si le preguntaras a Linus Baker si es feliz, probablemente le tomarías por sorpresa. ¿Que si es feliz? ¿Qué pregunta es esa, vamos a ver? ¡Pues claro que está… satisfecho con lo que tiene!

Dispone de un techo bajo el que dormir (una casa gris en una ciudad gris), un hogar al que volver (una gata y una colección de vinilos) y es muy bueno en su trabajo (el DEJOMA, o Departamento Encargado de los Jóvenes Mágicos). Su labor es importante: Linus se dedica a supervisar los orfanatos para niños con poderes y asegurarse de que tienen todo lo que necesitan. Cada día, se sienta ante su pequeño escritorio y redacta informes con el máximo rigor y objetividad (pues encariñarse con los niños está estrictamente prohibido).

Pero un día sucede algo de lo más irregular: la Altísima Dirección le encomienda una misión secreta que le obligará a partir en un largo viaje hacia el orfanato de Marsyas, situado en una isla en medio del mar. Allí viven seis niños extraordinarios y peculiares —categorizados como peligrosos por el DEJOMA— bajo la tutela de un tal Arthur Parnassus. Sin embargo, lo que encontrará Linus en Marsyas va más allá de la magia; en ese pequeño y colorido hogar descubrirá que nunca es demasiado tarde para encontrar tu lugar en el mundo. 

La casa en el mar más azul es una demostración de que, a veces, no se necesita mucho para crear una historia que nos toque el corazón. TJ Klune esboza una trama y una ambientación muy simples, pero nos cautiva con unos personajes inolvidables.

Los niños que habitan el orfanato de Marsyas son únicos no solo por sus poderes, sino también por sus sueños, aspiraciones y talento. Su amplia imaginación nos hace reír a carcajadas y nos devuelve a esos primeros años en los que todo es posible y nos consumen las ganas de vivir aventuras.

El mismo efecto producen estos jóvenes mágicos, junto con el sereno y encantador Arthur Parnassus, en el señor Baker; siguiendo un arco de personaje tópico pero igualmente conmovedor, pasa de ser un hombre bonachón resignado con la vida y acostumbrado a seguir las normas al pie de la letra, a un Linus más espontáneo, libre de prejuicios y fiel a sus principios.

Conforme pasan las páginas también descubrimos que la novela es una alegoría de la discriminación que sufren quienes se desvían de la norma; en este caso, los jóvenes mágicos, que son vistos como una amenaza y repartidos en orfanatos que, aunque les protegen, les aíslan del resto de la sociedad.

La casa en el mar más azul es una oda a la infancia, a la diversidad y a las segundas oportunidades, que nos devuelve la fe en el amor y nos anima a no rendirnos a la hora de buscar la felicidad. Divertida y enternecedora, esta historia es un regalo para quienes prometieron no crecer nunca y para aquellos que, como Linus, necesitan un empujón para ver el mundo de otra manera.