¿A quién no le gustaría pasar la Navidad de 1889 en un lujoso transatlántico, rodeado de sus seres queridos, rumbo a Nueva York? Después de resolver algunos de los crímenes más horribles de Europa, Audrey Rose y su enamorado Thomas Cresswell están dispuestos a cambiar de aires y relajarse con la familia en el RMS Etruria, el barco más imponente de la época. Además, una célebre compañía circense se encargará de amenizar las veladas del viaje con sus números de escapismo, acrobacias y todo tipo de trucos. Sin embargo, el RMS Etruria se convierte desde la primera noche en una prisión flotante: una joven de clase alta es asesinada durante uno de los números del espectáculo. El caos y el miedo reinan entre los pasajeros, y Audrey y Thomas no tienen otra alternativa que ponerse manos a la obra para desenmascarar al criminal.
La autora de bestsellers Kerri Maniscalco tiene por delante la difícil tarea de mantener con A la caza de Houdini, su nuevo libro, el éxito internacional de sus dos obras anteriores. En esta ocasión quizá no supere a sus antecesoras en cuanto al misterio, pero logra aportar más profundidad y madurez a sus dos protagonistas, los enamorados Audrey y Thomas. Además de resolver el crimen, la pareja tiene que enfrentarse a nuevos problemas en su relación, nuevas dudas y nuevos temores que pueden tener consecuencias terribles para su futuro.
Uno de los mejores elementos de la novela es la ambientación en el transatlántico. La autora demuestra que conoce los entresijos de un género tan difícil como el thriller a través de la elección de escenarios y situaciones. Valga como ejemplo el hecho de que los pasajeros no puedan salir del buque, ya que se encuentran en mitad del océano, lo que imprime a la historia una sensación mucho más asfixiante. Por no hablar del mundo circense, tan bien integrado en la novela que nos hace pensar en clásicas historias de terror que forman parte de nuestro imaginario colectivo.
Los fans de esta pareja de investigadores del siglo XIX quedarán más que satisfechos con esta nueva entrega. Pero, sin duda, lo que más les alegrará es saber que no será la última.