Imagina a tus células como individuos con diferentes personalidades, edades y constituciones. Imagina los procesos de tu cuerpo como cuentos e historias. Ponemos todo esto en formato manga y, voilá, nos sale Cells at Work! de Akane Shimizu.

Cuando una inocente glóbulo rojo de camino a llevar oxígeno a los pulmones se despista y se encuentra cara a cara con un neumococo, solo la ayuda de un glóbulo blanco evita que la bacteria se la coma. Alertado el sistema inmunológico de la presencia de neumococos en el cuerpo, las defensas se despliegan y luchan contra la invasión.

No es la primera vez que células, procesos y tejidos del cuerpo humano se presentan en forma antropomórfica con el fin de enseñar a través del entretenimiento. Seguro que alguna vez has oído hablar de la serie de animación francesa de los 80, Érase una vez el cuerpo humano. Gran parte del planteamiento de Cells at Work! recuerda a esta vieja serie. La diferencia fundamental, aparte del público objetivo de ambos trabajos, es la precisión con la que la obra de Akane Shimizu está llevada a cabo. En Cells at Work! las descripciones son sencillas, pero detalladas (los nuevos términos aparecen explicados brevemente en casillas encajadas en las viñetas) y el número de personajes o, mejor dicho, células es considerablemente mayor. Esto hace que, si se quiere disfrutar de este manga al máximo, se necesite un cierto interés por la biología y el cuerpo humano, para no perderse demasiado.

Por ejemplo, la reacción alérgica al polen de cedro se presenta como la profecía de una calamidad que solo los linfocitos B de memoria recuerdan. Cuando esta se cumple —el polen aparece y el cuerpo lo rechaza—, las reacciones biológicas están contadas minuciosamente, pero con muchísimo humor. A esto contribuye también en gran manera la traducción. Sin ella, Cells at Work! no sería tan divertido.

Si quieres aprender y pasar un rato riéndote con las células del cuerpo humano, el tomo 1 de Cells at Work! te está esperando impaciente en tu tienda de cómics.