«Los músculos tienen memoria. Los míos se acuerdan de volar».

December tiene tan solo once años, pero ya cuenta con su propia biografía, La chica pájaro: una historia extraordinaria. Esta no solo esconde su secreto, sino que la ayuda a no olvidar quién es: un pájaro que aguarda a que, de la cicatriz que tiene en la espalda, le salgan las alas. Los padres de acogida de las distintas casas por las que ha pasado se empeñan en recordarle que su sitio es el suelo, pero December sabe que ella ha nacido para volar; caerse una y otra vez no es mas que parte del proceso de aprender a hacerlo, y por ello se lanza constantemente al vacío. Además, practica el sueño unihemisférico —duerme con un ojo abierto—, no deja que la toquen y come solo lo que su «verdadera naturaleza» le dicta, porque, aunque su corazón ya late a ritmo de pájaro, necesita estar preparada para el gran día.

Adrian, su trabajador social, cree haber encontrado al fin a la persona perfecta para December: Eleanor Thomas, una mujer que vive sola y que adora a los animales. La esperanza, sin embargo, es el mayor miedo de December. Cuando se entera de que Eleanor es taxidermista, saltan todas sus alarmas: ha de escapar antes de que la diseque. Pero algo no cuadra, pues la voz de Eleanor sigue siendo azul a los oídos de December, y el azul es bueno.

La cuestión de la identidad es el pilar central de La chica pájaro: habla de la libertad de ser quien en realidad se es, pero también de la problemática de crear una historia para nosotros mismos en la que todo está ya dictado. No obstante, la novela también trata sobre la supervivencia; la recuperación, con el miedo, la vacilación y regresión que esta conlleva; la falta de comunicación y la imposibilidad de esta en ocasiones; el abandono y las medidas drásticas resultantes, y el tiempo y su poder sanador, solo si se toma parte activa…

El debut middle-grade de Sandy Stark-McGinnis explora todos estos temas en distintos escenarios —la escuela, la nueva casa de acogida y el centro de recuperación de aves—, a partir de la voz de December. A esta la acompañan una serie de personajes de gran corazón, solo gracias a los cuales su metamorfosis logrará tener lugar. Porque nosotros, seres humanos, a diferencia de los pájaros, no somos capaces de volar solos, y es precisamente por eso que la nuestra es de las supervivencias más complicadas.