Llega un momento de nuestra vida en el que no podemos seguir creyendo en la magia. A menos que seas Peter Pan, claro; el resto de los mortales necesitamos madurar, y la magia es para los niños. Menos para el abuelo de Micah quien, aun en su lecho de muerte, sigue creyendo.
Desde siempre, el pequeño recuerda al abuelo Ephraim hablar del circo. Siempre pensó que era mentira, fantasía de su abuelo, pero no lo era. El Circus Mirandus es real, y Micah tiene que encontrarlo.
Así comienza la historia de este niño que, en su búsqueda del Circus Mirandus, se dará de bruces con la mayor aventura de su vida. Este circo fue visitado por el abuelo Ephraim en su infancia, según le confiesa a su nieto junto con una impresionante revelación: el Domador de Luz, el mago más maravilloso del lugar, prometió obrar un milagro para el abuelo. Pero, al encontrarlo, quizá el Domador no pueda cumplir con su promesa.
Con una voz inocente, el niño narra un viaje que mezclará su pasado y su futuro, en el que conocerá nuevas amistades y empezará a entender cómo va a ser eso de vivir sin su abuelo.
La belleza de esta novela radica en su sencillez y su sensible voz. Las ilustraciones son una ayuda para la impecable edición de La Galera, una tapa dura preciosa y muy en el tono del libro. La magia de sus páginas atrapa al lector desde que se sumerge en el universo creado por Cassie Beasley, donde podrían ambientarse mil y una aventuras distintas. La autora crea una mitología propia y una serie de criaturas, personajes y poderes mágicos que te dejarán con la boca abierta por su capacidad imaginativa. Además, la historia del pasado y de la primera incursión del abuelo en el circo es un auténtico misterio romántico y nostálgico que te encantará.
El Big Fish (Tim Burton, 2003) de la literatura juvenil tiene una ambientación entrañable y desborda sensibilidad. Micah se desmarca del resto de novelas juveniles narradas por niños, en su mayoría realistas, para contarnos una historia de lo más original. Con todo ello, Circus Mirandus es uno de los mejores debuts del último año gracias a su derroche de imaginación y su prosa, que recuerda a la de Roal Dahl.