Marguerite Gautier tiene varios amantes, un palco en la Ópera y siempre lleva consigo un ramo de camelias. Es una cortesana por la que los hombres se pelean, y la sociedad parisina la envidia y la critica a partes iguales. Armand Duval es un joven que no puede costearse el lujo que es Marguerite, pero que está tan enamorado de ella que sería capaz de hacer cualquier cosa para que lo ame del mismo modo. Sin embargo, son más que celos o diferencias de clase lo que los separan, y descubrirán que el amor no siempre lo puede todo.

La dama de las camelias, escrita por Alejandro Dumas hijo en 1848, se basa en eventos de la vida del propio autor. Un clásico de la literatura francesa, esta novela trata la posible redención de Marguerite gracias al amor de Armand, y crea un retrato logrado de la sociedad del momento. La protagonista se mueve entre personas que no la aceptan pero que deben soportarla, y muestra el trato que las cortesanas recibían allí donde fueran, a medio camino entre el asco y la fascinación. Tal fue el éxito de la novela, que inspiró la ópera La traviata, de Giuseppe Verdi.

El narrador de los acontecimientos nunca nos revela su nombre, simplemente retransmite los hechos como Armand se los cuenta. Mantiene la primera persona desde la primera página mientras nos guía por la historia para averiguar quién era la verdadera Marguerite Gautier. La novela empieza explicándonos la subasta que tiene lugar después de su fallecimiento, y a partir de ahí retrocedemos hasta el momento en que Armand la conoció. En adelante, descubrimos una preciosa pero dura historia de amor.

Esta novela se alimenta de los sentimientos de los personajes y la relación de los protagonistas para mantener el interés del lector. La trama avanza a buen ritmo y, en apenas doscientas páginas, encontramos una historia compleja y llena de detalles. Nadie será capaz de dejar el libro hasta averiguar qué se esconde detrás de la misteriosa dama de las camelias.