Cada generación es igual a la anterior. Cuando el rey muere, su único hijo se embarca en una misión a vida o muerte para encontrar a la que será su esposa: una damisela cautiva por un dragón. De su unión nacerá un único hijo que perpetuará la tradición. De la damisela, nadie, ni ella misma, sabrá nada: una mujer sin pasado y cuyo único objetivo es ser la reina madre.
Cuando el padre del príncipe Emory fallece prematuramente, el joven se embarca en una aventura para la que no se siente preparado, pero de la que depende su vida y el futuro de su reino.
Una damisela despierta sobre la grupa de un caballo con un hombre detrás. Emory, dice llamarse. Ella no recuerda nada de su pasado, ni del dragón, ni del castillo o cómo el príncipe la rescató. Ni siquiera su nombre.
El joven la bautiza como Ama y ambos emprenden el camino de vuelta al reino, donde se unirán en matrimonio. Será entonces cuando la joven descubra, no solo que la cautividad puede tener muchas formas, sino también qué conlleva ser mujer y esposa en este mundo que la ha reclamado como suya.
Damisela es una novela introspectiva revestida como relato de aventuras. Su aire oscuro, que recuerda a los mejores cuentos medievales, encaja con el proceso que la protagonista vive desde que despierta entre los brazos de su futuro marido. La realidad de Ama refleja a la perfección una relación de dominación y, en definitiva, se puede considerar al personaje de Emory como metáfora del patriarcado, lo que convierte a Ama en la voz, el cuerpo y el alma de todas las mujeres.
La obra cuenta con un prólogo muy potente y un final sin muchas sorpresas pero que te dejará de una pieza. Es en su tramo central donde la acción y el conflicto se diluyen en una serie de escenas cotidianas que, aunque necesarias para entender el arco de la protagonista, no nos resultan tan interesantes.
Gracias a una prosa de gran belleza, que parece tener siempre la palabra adecuada para describir cualquier escena, sin caer en barroquismos, el relato consigue no ser superficial o cargado de moralina. Está en la línea de las novelas fantásticas de corte feminista que se han venido publicando, pero con una mayor autoconsciencia y sin perder en ambientación para apostar por la denuncia social. Damisela es una gran sorpresa, no apta para todos los lectores, que cuenta con algunas decisiones cuestionables de trama y ritmo, pero cuyo riesgo y calidad son indiscutibles.