Jota y Mario estrellaron su coche contra la valla del instituto una noche de verano. A Jota la mandaron a un internado. Mario murió de cáncer poco después. Hoy, es el padre de Jota quien está en el hospital. Ella es casi mayor de edad y tiene un novio que no le cae muy bien, pero siente que tenerlo es mejor que estar sola. Su mejor amiga es su compañera de habitación en el internado y ni siquiera habla con ella demasiado. Sí, ser adolescente y estar rota es una verdadera basura.
Pero tranquila, Jota, que ya se pondrán de acuerdo tus padres, el hermano de tu mejor amigo muerto y su tío bohemio, varias horas esperando frente a un quirófano y el esnob de tu novio para animarte el principio del verano. No hay nada como los secretos familiares para que una chica de diecisiete años comience a replantearse a qué narices ha venido al mundo.
Esa es Jota, una adolescente que no sabe qué hacer desde que su mejor amigo murió. Desde que perdió a Mario, todo se ha vuelto más y más duro. La intransigencia de sus padres y su falta de cariño se unen a la relación unilateral que mantiene con su novio y a la soledad constante en la que vive. Jota de jodida.
La sevillana Silvia Hidalgo nos narra en Dejarse flequillo un extraño road trip, una historia cruda y sin un ápice del naif descafeinado que podemos encontrar en las novelas realistas de la literatura juvenil nacional. Jota es una protagonista cínica y algo pasada de rosca que aparenta más edad de la que tiene. Cuesta creérsela como una adolescente, pero cuando entras en la dinámica de la novela descubrimos a un personaje muy bien construido, con una conseguida voz narrativa, que derrocha frescura y ganas de probar, imprimiendo un sello propio a cada página.
Silvia Hidalgo no tiene pelos en la lengua y eso nos encanta: pocos autores han hablado con tanta franqueza de los asuntos que propone esta novela como pueden ser el sexo, la muerte, la identidad sexual o la lucha por lograr que se escuche tu voz, por ocupar un lugar en el mundo.
A pesar de sus clichés, sobre todo en la caracterización del resto de los personajes, Dejarse flequillo es una propuesta diferente y cuenta con una trama bastante rompedora que destaca por la construcción de sus diálogos. La búsqueda de verdad de Jota se une a la de su yo verdadero en un viaje sin rumbo y sin frenos llamado vida.