Dos extraños que se encuentran en uno de los lugares más transitados de Barcelona: el McDonald’s de la estación de Sants.
Lara y Wilde han quedado por primera vez tras algunas semanas intercambiando mensajes. Se conocieron por Twitter y han llegado a esta cita con la ilusión y las ganas de desvirtualizar al otro. Para Lara, esta es una cita a ciegas: no conoce el verdadero nombre de Wilde, ni su aspecto, ni los datos más básicos sobre su interlocutor. Wilde juega con ventaja: ha conseguido saber más de Lara a partir de sus redes sociales. Para reconocerse, los dos van a llevar un libro: Carta a una desconocida, de Stefan Zweig. La cita comienza y tiene hasta la medianoche para desarrollarse...
No muy lejos de allí, la policía ha encontrado un cadáver. Un chico joven ha quedado aplastado contra el suelo tras una caída desde un puente. ¿Un asesinato? ¿Un suicidio? Los inspectores no lo saben, pero este cuerpo está ligado directamente a la cita que está teniendo lugar en un McDonald’s no muy lejano, y el reloj inicia su cuenta atrás hasta la medianoche.
David Lozano ha ganado el Premio Edebé con una historia con todas sus señas de identidad: personajes adolescentes, un ambiente urbano, un cadáver, un misterio, un forense, el uso de las redes sociales y un ritmo intenso de thriller hasta la última página. En esta ocasión, la tensión se concentra en tan solo unas horas, pues la novela no abarca más que desde la media tarde hasta la medianoche. Todo puede pasar en ese lapso.
A este ritmo tan propio del autor se une una reflexión sobre el uso que hacemos de las redes sociales, la parte de nosotros que decidimos exponer y la cantidad de información que circula sobre nosotros con el simple uso de los teléfonos móviles.
Además, en este libro el autor reduce su elenco protagonista: se centra en Lara y Wilde, su cita, los personajes cercanos a ellos y los responsables de la investigación paralela. Esta reducción de personajes quizá haga que los lectores más avispados puedan percatarse del final del libro con algo de antelación, pero el escritor demuestra su madurez narrativa al llevarte de la mano de principio a fin sin que sueltes la novela.
En Desconocidos lo siniestro se camufla en lo cotidiano, así que ten cuidado al empezar el libro: sabemos que no vas a parar hasta el final.