Álex ha desaparecido. Sin explicaciones, sin motivos y, sobre todo, sin dejar rastro alguno. La policía, los familiares y sus amigos están desconcertados y desolados a partes iguales, pues no hay forma de dar con él. Sin embargo, estos últimos, no están dispuestos, ni mucho menos, a dejarlo correr; su amigo tiene que estar en alguna parte. El problema de investigar es que muchas veces lo que encuentras no te gusta. ¿Qué estaba haciendo Álex justo antes de su desaparición? ¿Desde cuándo tenía una contraseña para acceder a una red privada de juegos on-line? Y sobre todo, ¿de qué va ese juego al que accedió? Porque parece un juego algo extraño; demasiado real… pero también demasiado macabro para serlo. Nadie pagaría por ver morir a gente en la pantalla de su ordenador… ¿no?
Esta inquietante premisa es la que da pie a la historia con la que el zaragozano David Lozano Garbala ganó el premio Gran Angular de la Editorial SM en el año 2006. Una narración al más puro estilo de Lozano: misterio, terror y acción están presentes a partes iguales en el texto de este libro. En sus páginas haremos un recorrido por los lugares más recónditos y oscuros de la ciudad de Zaragoza y seremos testigos de las atrocidades que pueden llevarse a cabo por dinero. Con este terrorífico relato la expresión «en el momento y lugar equivocados» podría tornarse a un más moderno «en la página y tras el clic equivocados». Siempre hay que tener cuidado con el sitio al que te lleva el siguiente enlace…
David Lozano es uno de los autores más conocidos del panorama juvenil de nuestro país. Su trilogía de La Puerta Oscura y su más reciente Cielo Rojo le han proporcionado muchos lectores y fans, pero desde El Templo no queremos que se olvide la que, para nosotros, es una de sus obras más redondas: Donde surgen las sombras. Bien porque hayas leído alguno de sus libros y quieras hacerte con su primera obra juvenil o bien porque no conozcas todavía al autor y quieras probar algo nuevo, templario, te recomendamos que te hagas con un ejemplar de esta novela que nos enganchó y mantuvo en vilo de principio a fin. Siempre y cuando, claro, estés dispuesto a pasar algo de miedo…