La princesa Leah Rowen tiene premoniciones al igual que su madre fallecida. Su secreto solo lo conoce su tío materno, Jeriah Wells, y Gael Knight, hijo de la actual mujer de su padre y fruto de su anterior matrimonio, con el que mantiene una relación en secreto.
Brianne Lockheart es la pequeña de cinco hermanos y pertenece a una famosa familia de cazadores, los encargados de salvaguardar la paz en el mundo de Isleen.
A simple vista, sus vidas no tienen nada que ver; la primera vive en palacio y la segunda en un pueblo. Aunque ambas tienen problemas: la primera no confía en casi nadie por su don y la segunda lucha por hacerse un hueco entre los cazadores, un grupo exclusivamente de hombres.
Mientras tanto, Isleen ya no es un lugar seguro. Los Invisibles están a punto de despertar y ambas necesitarán ayuda para sobrevivir y proteger su hogar. Por eso, la llegada de dos muchachos a sus vidas les hará ver que las más raras e imposibles alianzas pueden resultar exitosas.
Lucía González Lavado vuelve a la fantasía con una novela llena de acción y misterio, donde los giros más inesperados tienen cabida y cobran sentido. Con capítulos en los que se alternan las historias de Leah y de Brianne, conoceremos una tierra mágica, llena de luz y de oscuridad, en la que los malos no son tan malos ni los buenos tan buenos.
La narración es ágil y precisa, con diálogos interesantes que habrá que saber leer entre líneas. Las protagonistas tienen personalidades fuertes y van evolucionando de forma gradual a lo largo de la obra, permitiendo al lector empatizar con ellos.
Debido al rico y complejo mundo que ha creado y a la cantidad de personajes que aparecen en él, la obra viene acompañada de un mapa de Isleen y una pequeña enciclopedia con una breve descripción de cada personaje —sin spoilers—, muy útil para esta novela río.
Desde El Templo esperamos con impaciencia la segunda parte para resolver los secretos no resueltos de esta primera novela. Ahora es tu turno, lector. ¿Estás preparado para el duelo de espadas?