Cuando Celia cumplió catorce años, decidió hacerse Dark. Eso no significa que empezase a vestirse de negro (aunque es cierto que es el color más habitual en su vestuario), sino que dejó de intentar agradar a la gente. Ahora, si en el instituto alguien se mete con ella, no se calla e intenta pasar desapercibida, sino que dice lo que realmente tiene ganas de contestar.
Antes de cumplir los catorce, sus padres se separaron y nadie le preguntó con cuál de los dos quería vivir. Solo tenía una amiga en el colegio, Ruth, pero los padres de Ruth decidieron que era mejor educarla en casa y que Celia no era una buena influencia. Y una de sus compañeras, Sandy, empezó a odiarla y a hacerle la vida imposible simplemente porque Celia era mejor en clase y no se dejaba intimidar.
Celia aprendió que, si quieres algo, tienes que pelear por ello, y que la mejor defensa es un buen ataque. Por eso el día de su decimocuarto cumpleaños se hizo Dark y empezó a planear su venganza.
Pero incluso una chica fuerte como Celia necesita un amigo de vez en cuando y en el instituto no hay nadie con quien se lleve bien. Hasta que aparece Drake, que viene de Nueva York, cree que ese instituto está lleno de paletos y opina que Celia es la persona más interesante en kilómetros a la redonda. Por desgracia, Drake volverá a Nueva York al mes siguiente, pero poco tiempo es mejor que nada. Hay amistades que te cambian la vida y esta es una de ellas.
Drake es soñador, impulsivo y muy optimista, pero tiene un problema: no sabe cómo decirle a sus padres y amigos que es gay. Tiene las cosas muy claras, pero no es fácil salir del armario cuando tienes dieciséis años y no sabes si tu mejor amigo, del que estás enamorado, te corresponde.
Uno de los aspectos más positivos de La dulce venganza de Celia Door es el modo en que Celia se va olvidando de sus problemas para ayudar a Drake, y cómo al final su amistad ofrece a ambos el apoyo que necesitaban. Entre ellos no hay malentendidos, traiciones ni enfados absurdos, sino una amistad auténtica y esperanzadora.
A través de los dos protagonistas, la autora consigue darle un enfoque muy original a un argumento que a primera vista podría parecer típico. Además, la novela está salpicada de los poemas que escribe Celia, que demuestran su particular punto de vista de la realidad y su gran talento. O quizá deberíamos hablar del talento de Karen Finneyfrock: La dulce venganza de Celia Door es su primera novela, pero antes había publicado dos antologías de poesía.
Siruela ha puesto a la venta este libro en tapa blanda y a 14,90€, un precio bastante inferior al que suelen tener sus novedades. Si te gustan las novelas realistas, ambientadas en el típico instituto pero con personajes tan buenos que desearías que fuesen gente real, no te pierdas La dulce venganza de Celia Door.