La Escolomancia no es como cualquier otra escuela de magia. Olvídate de Hogwarts y sus jardines y campos de Quidditch. Olvídate de los profesores que intentarán que llegues de una pieza al final del curso, porque al menos Harry y compañía tenían profesores. La Escolomancia no es así: no hay profesores, y un retraso en entregar un trabajo tiene consecuencias fatales. Incluso ir al baño sin alguien que te cubra las espaldas es avisar a todos los maleficaria de la zona de que el bufé está abierto. Y no hablemos de la comida: o aprendes a adivinar qué está envenenado o morirás pronto. La Escolomancia prepara a los alumnos para valerse por sí mismos y ser más despiadados y astutos que el resto.
La única manera de salir de la Escolomancia es atravesar el salón de actos durante la graduación, que hace años se convirtió en la guarida de los maleficaria más grandes, feos y malos (saluda a Paciencia y Fortaleza cuando pases por ahí). En la Escolomancia, o te gradúas o mueres.
Galadriel —no la miréis a ella, el nombre es cosa de su madre— está en su tercer año y, hasta ahora, ha conseguido entregar todos sus trabajos a tiempo y sobrevivir a todos los maleficaria que han intentando comérsela. Tiene muy claro que saldrá de la Escolomancia con vida cueste lo que cueste, pero no piensa darle las gracias a Orion Lake, el autoproclamado héroe de la escuela, que la ha salvado ya dos veces.
Naomi Novik vuelve a España, esta vez con la trilogía Primera lección de Escolomancia, un tipo de historia peculiar al que nos tiene acostumbrados. Pero esta vez nos presenta una escuela de pesadilla y siniestra, donde nos sumerge de manera excelente en la atmósfera asfixiante del lugar y nos impregna con la sensación de estar encerrados.
Y aunque la escuela es casi como un personaje más, los protagonistas no se quedan atrás: Galadriel es sarcástica, práctica y, aunque la mitad de las veces querría matar al resto de alumnos —y en especial a Orion—, también sabe que necesitará ayuda cuando le toque graduarse. Además, Orion y el resto de alumnos son los compañeros perfectos, cuya relación con Galadriel veremos desarrollarse y crecer.
Una educación mortal es una historia oscura y opresiva, pero con un humor sarcástico que nos arrancará varias carcajadas mientras los maleficaria arrancan corazones y entrañas.