Ben Arnold lleva una eternidad ahorrando su paga para comprarse una pareja de peces luchadores mongoles en la Gran Pajarería del Señor Dodds. Lo que no sabía es que Mongolia no tiene mar, y que en realidad son aburridos peces de colores normales y corrientes. En su lugar, vuelve a casa con un gato parlante que se hace llamar Ignatius Sorvo Coromandel y habla de un supuesto País Secreto, también conocido como Eidolon.
Allí donde ningún ser humano ha estado nunca, oculto entre el aquí y el allá, existe un mundo donde la magia muere poco a poco y las criaturas más fantásticas comienzan a desaparecer. Como es de esperar cuando uno se encuentra a un gato parlante, Ben es el elegido para traer la paz a ese mundo, y pronto descubrirá que la Pajarería del Señor Dodds oculta mucho más de lo que se ve a simple vista…
Animales que hablan, portales a mundos mágicos y profecías sobre niños elegidos; son elementos de una fantasía muy clásica que ya en 2006 nos eran más que familiares. Pero lejos de hacer de Eidolon una novela desfasada, esta combinación tan prototípica la convierte en una novela muy atemporal. Su sencilla trama enseguida pasa a un segundo plano, mientras que el ingenio de la prosa y la mirada infantil de Ben dominan una historia en la que humor y curiosidad son dos ingredientes clave.
Jane Johnson se sirve de las convenciones del middle-grade y juega constantemente con la caricatura a la hora de construir personajes. Este recurso funciona a la perfección cuando se trata de criaturas maravillosas, pérfidos villanos o el propio Ben, pero también da lugar a secundarios (en su mayoría humanos) que van de lo plano a lo descafeinado. Por suerte, el foco se mantiene la mayor parte del tiempo en la cara más fantástica de la novela, y es en la complicidad con Ben y sus secretos donde encontramos el mayor disfrute.
Eidolon es la primera parte de una trilogía que nos muestra lo que ocurre cuando la magia cae en el olvido. No dejes que esta historia sufra el mismo destino y rescátala de tu estantería o tu biblioteca más cercana. Tanto si vuelves a Eidolon como si lo visitas por primera vez, mantener viva la magia está en tu poder.