Según el Bohíque, Ratucape Atta, una niña que ha nacido con las piernas unidas, es la «Elegida de la Diosa» y deberá ser cuidada por las mujeres de la tribu. La anciana Kurip no está de acuerdo con el hechicero: cree que esa niña debería de haber sido sacrificada, tal y como se hace con los demás bebés que nacen con una malformación. También opina, por descontado, que no es la elegida, pero se cuidará mucho de no expresar nada de esto en voz alta.
La niña crecerá distanciada del resto de la tribu y con la indiferencia de su hermano mayor, Yaguamé, ya que no le perdona que su madre muriera al dar a luz. Sin embargo, Taín, el hijo de Meyina (amiga de su madre), estará atento de Ratucape y crecerá ]entre ellos un sentimiento bastante especial.
Un día, el Bohíque decide que el Portador de la Elegida, aquel que cuidará de ella para siempre, sea su hermano. Este, resentido y enfadado, aprovechará el trabajo para tratar mal a la pobre Ratucape sin que los demás lo noten. Por un lado, Taín estará protegiéndola desde las sombras y, por otro, Kurip intentará que la tribu dude sobre las decisiones del hechicero.
Eva Balaguer-Cortés ha elegido el pueblo de los taínos, indígenas que habitaron las islas del Mar Caribe hasta el siglo XVI, para crear una historia ficticia, fantástica y entretenida. Como en toda tribu indígena, los fenómenos extraños, la magia y lo inexplicable tienen cabida y, por supuesto, también las dudas respecto a ello. El personaje de Ratucape evoluciona de una manera sorprendente, atrapando el corazón del lector. A partir de la mitad de la historia, la autora consigue que el lector sea incapaz de soltar el libro, hasta conocer el temible final vaticinado para la joven protagonista.
Si bien la primera parte de la novela puede pecar de poca acción y quizá algunos diálogos o reacciones no terminen de convencer al lector, más adelante la autora consigue que este se sumerja de lleno en este exótico paraje para conocer el final que tiene la joven protagonista.